La reforma de los mecanismos de cooperación, la retirada de Iraq y la mirada preferente a Europa, el Mediterráneo y América Latina, bases de su política exterior.

AYER TOMÓ POSESIÓN MORATINOS
La suma de lo manifestado en el discurso de investidura y de las declaraciones
(en muchos casos, muy matizadas posteriormente) realizadas durante la campaña
electoral ofrecen una aproximación a las líneas generales de la política
exterior que se propone llevar a cabo José Luis Rodríguez Zapatero. En resumen,
esta se basará en un mayor distanciamiento respecto a las tesis que defienda
EEUU y en la búsqueda de nuevos ejes sobre los que pivotar la acción
exterior.

En su discurso de investidura de la semana pasada, Zapatero no
se detuvo a criticar la política de Aznar en Iraq. Tampoco incidió en su
propuesta más destacada, la retirada de las tropas antes del 30 de junio. Sólo
en respuesta a una pregunta directa al respecto de Gaspar Llamazares recordó su
compromiso, cuya ejecución anunció ayer mismo.


En términos generales, su política exterior partirá de un amplio
giro que se basará en “un convencido compromiso europeísta”, materializado en el
apoyo a la Constitución Europea, así como en la atención preferente a los países
del Mediterráneo y Latinoamérica y en el reforzamiento de los instrumentos
internacionales de paz.

Europa y América
Latina

El aparente desbloqueo que han experimentado los debates
sobre la Constitución Europea se pueden ver favorecidos por la actitud
manifestada por el nuevo presidente español de facilitar el acuerdo. Hasta
ahora, el Gobierno de Aznar había defendido con firmeza la alternativa de poder
que más beneficiosa resultaba para España, aun a costa de enfrentarse con los
grandes socios comunitarios.

La idea de la doble mayoría para los votos
en el Consejo con un sistema de doble llave ha abierto las puertas a un acuerdo,
pero los negociadores españoles aún deben intentar que el deseo de acercamiento
a Francia y Alemania no suponga una perdida de peso en Europa. El momento,
además, es especialmente delicado, ya que acaban de abrirse los debates sobre
cómo serán los presupuestos de la UE a partir de 2007, incluida la distribución
de los fondos de cohesión.

Respecto a América Latina, Zapatero defendió
la consideración de la zona como prioritaria para “contribuir a la proyección
definitiva de sus pueblos, consolidar la democracia en todos sus países y sentar
las bases reales para la actualización, modernización, de nuestra comunidad de
naciones”.

Además, ha propuesto un Pacto de Estado sobre la inmigración
que prevea la lucha contra el tráfico ilegal de personas y políticas de
integración de los inmigrantes. En esta tarea considera que “son los acuerdos
con los países emisores y la contratación en origen, es decir, la inmigración
ordenada, lo único que permitirá combatir eficazmente el tráfico de mano de obra
y los desoladores accidentes que hoy cada vez son más frecuentes”.

Por lo
que se refiere a EEUU, Zapatero dijo que mantendrá una “relación de países
socios y amigos basada en la lealtad y la franqueza recíprocas”.

Otra forma de luchar contra el
terrorismo

Rodríguez Zapatero también ha declarado estar dispuesto
a dar una “lucha sin cuartel” contra el terrorismo, tanto el de ETA como el
internacional. “El Gobierno tendrá como objetivo prioritario la lucha sin
cuartel contra el terrorismo, contra cualquier terrorismo, una lucha en la que
emplearemos todos los recursos de que pueda dotarse una sociedad democrática”,
afirmó Zapatero.

Para ello dijo estar decidido a impulsar la más amplia
cooperación internacional. En esta línea, ya antes del discurso de investidura,
en algunas de sus primeras declaraciones públicas tras vencer en las elecciones
defendió la necesidad de afrontar la lucha contra esta lacra desde
planteamientos tan novedosos como lo es la propia amenaza que representan. Según
él, se basarían en el aislamiento internacional de los terroristas y de quienes
les apoyan, en la cooperación entre países y en evitar respuestas militares como
la invasión de Afganistán o la de Iraq.

Su objetivo es recuperar “los
principios y valores de una comunidad internacional” garante de la paz y la
justicia mediante mecanismos e instrumentos multilaterales que “permitan ordenar
el mundo y someter la fuerza al derecho”.

Otras promesas formuladas por
Zapatero en relación con la política exterior se refieren a incrementar la
financiación al desarrollo hasta llegar al 0,5% del PIB en esta legislatura y al
0,7% en la siguiente, a normalizar las relaciones con Marruecos y a incentivar
un acuerdo con Reino Unido sobre el futuro de Gibraltar.