Política

Darfur: Annan admite el fracaso y reclama más tropas

La ONU admitió su fracaso en la occidental región sudanesa de Darfur, dado el recrudecimiento de la guerra civil, la escalada de violencia contra los desplazados y la creciente posibilidad de una nueva oleada de refugiados.

Opinión: Thalif Deen
La situación promete empeorarse aun más tras la retirada el martes de Darfur de la filial británica de la organización humanitaria Save the Children, en medio de lo que la ONU (Organización de las Naciones Unidas) considera la peor crisis humanitaria de la actualidad.

“Nuestro enfoque no ha funcionado”, dijo este miércoles el secretario general de la ONU, Kofi Annan, al solicitar a la comunidad internacional más tropas de mantenimiento de la paz para Darfur. “La situación se está deteriorando. Los desplazados sufren, mientras la Unión Africana (UA, bloque que integran los 54 países del continente) no ha podido establecer en Darfur la cantidad de militares que esperaba, y necesitan ayuda desesperadamente”, advirtió Annan.

Save the Children anunció el martes sus planes de retirarse de Darfur luego del asesinato de cuatro de sus integrantes. La organización no gubernamental indicó este miércoles que no podría exponer a su personal a “riesgos inaceptables”. Mientras, la portavoz de la institución humanitaria católica Oxfam Coco McCabe dijo a IPS que su organización está “muy preocupada por el deterioro de la seguridad en Darfur”.

Oxfam, una de las tres organizaciones humanitarias que actúan hoy en el área, cuenta por ahora con 432 trabajadores en Darfur y 80 más en la cercana Chad, hacia donde se dirigen la mayoría de los refugiados. McCabe sostuvo que la intención es continuar en la región. “Los combates y la criminalidad son los grandes obstáculos. Muchas de las rutas en Darfur son inseguras, y nuestros integrantes dependen de los helicópteros de la ONU. La inseguridad también retrasa el embarque de equipamiento vital para nuestra tarea”, agregó.

Desde el inicio de la crisis en Darfur, unos 30.000 musulmanes negros fueron asesinados y más de dos millones debieron abandonar sus hogares por el asedio de las milicias árabes Janjaweed, que cuentan, según la mayoría de los observadores, con apoyo de Jartum.

No hay duda de que el gobierno islámico y árabe en Jartum patrocinó, armó o reclutó a las milicias, según la relatora especial de la ONU sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias y arbitrarias, Asma Jahangir. Los Janjaweed –que, al igual que sus víctimas, son musulmanes– con frecuencia usan uniformes del ejército regular y vehículos oficiales, añadió.

El conflicto en Darfur, reino independiente anexado por Sudán en 1917, comenzó en los años 70 como una disputa étnica de baja intensidad entre nómades árabes y agricultores indígenas negros sobre las tierras de pastoreo en esta región proclive a las sequías. Pero la tensión evolucionó hacia una guerra civil que estalló en febrero de 2003. Entonces, dos organizaciones rebeldes, el Movimiento y Ejército para la Liberación de Sudán y el Movimiento Justicia y Equidad, reaccionaron con violencia al continuo hostigamiento de las milicias progubernamentales y a la falta de inversiones en el desarrollo de la zona.

Ambos grupos lanzaron ataques, a veces conjuntos, contra instalaciones militares en rechazo de las redadas de Janjaweed contra sus comunidades y la postergación a la que las somete Jartum. Los rebeldes son apoyados por la población no árabe que constituye la mayoría de la región. La respuesta del gobierno fue un aumento del apoyo a los 20.000 janjaweed –“hombres a caballo”, en árabe– y una escalada de las ofensivas contra la población civil.

Con el apoyo del Consejo de Seguridad de la ONU, la UA planificaba aumentar sus tropas de mantenimiento de la paz en Darfur. Pero la respuesta concreta en apoyo logístico y equipos por parte de la comunidad internacional ha sido pobre. “¿Qué puede hacer el Consejo de Seguridad y la UA para acelerar el ritmo de despliegue y asegurarnos de que haya más tropas en el terreno para ayudar?”, preguntó Annan este miércoles. Consultado por un periodista sobre la posibilidad de que realice un segundo viaje a Sudán para atender la crisis, como el que hizo a mediados de este mismo año, Annan dijo: “Siempre estoy dispuesto a viajar a los lugares donde creo que puedo ayudar.”

Pero el Consejo de Seguridad debe realizar una reevaluación de la situación en Darfur para determinar “qué medidas deben tomarse”. “Y creo que eso debe hacerse aquí (en Nueva York) no por un viaje para ver la situación en el terreno”, agregó. El Consejo de Seguridad no decidió sanción política o económica alguna contra Sudán por su apoyo a las milicias o por las omisiones en reprimirla, debido a las fuertes reservas formuladas por Argelia, China, Pakistán y Rusia.

Al mismo tiempo, Estados Unidos se opone a acusar al régimen islámico y de hegemonía árabe de Sudán ante la Corte Penal Internacional que procesa en La Haya, Holanda, casos de crímenes de guerra y genocidio. Washington desconoce el cuerpo.

Fuente: IPS Servicio de Noticias

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