¿Todo seguirá igual en la OTAN?
En mi opinión la Alianza Atlántica no es un club recreativo sino un organismo que, a nivel mundial, sirve de contrapeso y de garantía gracias a una estrategia disuasoria que ha funcionado hasta el día de hoy. La cuestión de la financiación de este organismo no puede ser tratada con la mentalidad de quien confunde la política con un casino de apuestas. Porque lo que está en juego no es el balance de resultados de la OTAN, sino el compromiso de Estados Unidos con esta Alianza, con los equilibrios territoriales y con la seguridad. Trump concibe la política como un juego de ganadores y perdedores en el que se impone el más fuerte o el más pícaro. La OTAN dice confiar en que sea quien sea el nuevo presidente de Estados Unidos, todo seguirá igual. Europa, por su parte, todo parece indicar que debe ir pensando en una estrategia militar y en un Ejército propio.