// CARTAS AL DIRECTOR

El envejecimiento chino

Buena parte del dominio chino de la escena internacional se debe quizá a su peculiar modo de jugar con los tiempos. Los dirigentes de Pekín saben esperar, frente a la rapidez con que reaccionan los ciudadanos y los parlamentos de occidente ante cualquier acontecimiento. Ciertamente, es mucho más fácil en un Estado autocrático, que amordaza la disidencia y controla las cadencias informativas. A comienzos de año se difundieron muchas noticias sobre el declive demográfico chino, debido fundamentalmente a la política del hijo único, impuesta férreamente desde el poder en 1979. Deng Xiaoping estaba convencido de que el exceso de población era la causa del fracaso económico, indispensable para el mantenimiento del sistema. No calibró las consecuencias ni previó la evolución de las costumbres: se ha expandido una cultura anticonceptiva que viene a poner en riesgo la continuidad del crecimiento. Xi Jinping trató de rectificar el rumbo, con la admisión de un segundo hijo en 2016, y el tercero en 2021. Pero ha debido reconocer –a pesar de la habitual opacidad o parcialidad de las informaciones oficiales- que China perdió casi un millón de habitantes en 2022, consecuencia de una baja tasa de fecundidad –media de hijos por mujer en edad de procrear- que algún experto estima ya en 1,08. Los organismos especializados de la ONU han llegado a afirmar que China podría perder la mitad de su población de aquí a fin de siglo. De momento, India va ya por delante. Esta coyuntura anuncia tendencias nada fáciles de modificar, que podrían afectar a la actual omnipresencia del partido comunista en la sociedad china. Con no pocas consecuencias imprevisibles en las relaciones internacionales de Pekín. 

Domingo Martínez Madrid, Baños de Valdearados (Burgos)

El caso Antonio Costa

Hace unos días, el primer ministro portugués, Antonio Costa, nos daba una lección de integridad política y de coherencia personal al presentar su dimisión. Está envuelto en un proceso de investigación judicial por delitos de prevaricación y corrupción relacionados con el sector del litio y del hidrógeno verde, dos prioridades de la transición energética alentadas con fondos procedentes de la Unión Europea. Esta lección dice mucho de la salud de la democracia portuguesa en la que existe una clase política que entiende lo que significa al servicio al bien común y asume su responsabilidad en el momento oportuno. Pese a contar con el respaldo parlamentario, el primer ministro portugués ha sido categórico a la hora de tomar la decisión de marcharse cuando afirmaba que “la dignidad de las funciones del primer ministro no es compatible con ninguna sospecha sobre su integridad”. 

Jesús D Martínez Madrid

La ambición ilimitada

Tras la investidura de Pedro Sánchez se caminará, se está caminando, tras el Acuerdo suscrito por PSOE y Junts, hacia la tramitación de una ley de amnistía, la negociación de un referéndum de autodeterminación, la quiebra de los principios de igualdad entre los españoles y de solidaridad interterritorial y la búsqueda de un facilitador internacional que, de facto, permitirá reconocer la dimensión bilateral de las negociaciones. Y todo esto en nombre de una supuesta oportunidad histórica que no es más que la ambición ilimitada de un candidato que perdió unas elecciones democráticas y se ha resistido más de lo posible a abandonar La Moncloa. 

Pedro García

Una política que divide y debilita

Hay una forma de hacer política que divide y debilita la convivencia civil, porque con sus palabras y sus hechos polariza y fragmenta a la sociedad, incitando a una desconfianza generalizada. Se abusa, en estos casos, de una retórica que contamina radicalmente el espacio público. El lenguaje de la guerra se convierte así en el lenguaje natural de la política: vencer y ocupar el poder, destruir y cancelar. Así se rompen los símbolos de la amistad cívica que estuvieron tan presentes después de la Transición. Estas tendencias, que desgraciadamente se están produciendo en nuestra sociedad, deberían ser corregidas no sólo por los partidos, sino por los propios ciudadanos a través de diversas instancias, para no permitir que una mala política degrade la convivencia.

Juan García

Los enfermos de ELA

Que el Presidente del Gobierno reelegido, falte a su palabra ya no es, por desgracia, ninguna novedad. Es inevitable, sin embargo, que esa falta de escrúpulos sea en algunos casos un escándalo. Es el caso de los enfermos de ELA que, como ha denunciado el futbolista Juan Carlos Unzúe, están siendo obligados a morir. Otros muchos enfermos, como por ejemplo Jordi Sabaté, auténtico influencer en redes sociales, ponen a diario negro sobre blanco en las promesas incumplidas por el Ejecutivo, en la ley que nunca llega y en los agravios comparativos que el Gobierno comete al negarles las ayudas y derrochar a manos llenas en otras cuestiones de interés particular que bien conocemos. 

Pedro García

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