El autor desde México analiza la renegociación de la deuda argentina y dice: “Si la negociación argentina nos parece de muy bajo nivel, hagan la nuestra a cualquier nivel, pero hagámosla ya”.

Opinión: Arcadio Valenzuela
He visto con sumo interés la información relacionada con la deuda externa de
Argentina, difundida por la prensa especializada en finanzas internacionales. El
Wall Street Journal, en edición reciente, nos da cuenta de algunos importantes
hechos que ha suscitado esta difícil negociación. Se dice en dicha nota
periodística, que “a fines del 2001 Argentina dejó de pagar de pagar la mayor
parte de sus bonos en manos privadas, tanto de su propio país como en el
extranjero. Los que sumados dan un monto de 103 mil millones de dólares”.


Continúa diciendo “en las próximas semanas pedirá a los acreedores que
acepten 30 centavos de dólar por cada dólar de los antiguos bonos. Probablemente
la oferta más pobre jamás presentada en la reestructuración de deuda soberana”.
“Los tenedores de estos bonos, dispersos por el mundo se quejan de que la oferta
es injusta, amenazando a este país de que ya no podrá pedir prestado en los
mercados internacionales”.

“Tales amenazas han resultado poco efectivas
en ocasiones anteriores y podrían serlo de nuevo. La reestructuración de la
deuda Argentina, en semejantes términos, podría hasta resultar beneficiosa para
el sistema financiero internacional”. “Es una poderosa advertencia a los
inversionistas de los riesgos que asumen al invertir en países con largo
historial de inestabilidad y un recordatorio de que el F.M.I. no siempre va en
rescate de los acreedores”. “Podría también convertirse en un ejemplo para los
países necesitados que pueden conseguir mejores acuerdos que les permitan
reducir su deuda en forma importante y así darle un nuevo impulso a sus
economías”. Dados los elevados montos de deuda de los países latinoamericanos,
incluyendo a México, algo tendrá que hacerse para disminuir los montos de deuda,
como condición elemental para reanudar el proceso de crecimiento económico,
única medida que puede resolver el grave problema de la pobreza.

Una
solución verdadera y definitiva a nuestro problema de la deuda tendrá que venir
de la creatividad de los financieros mexicanos al igual que de los
representantes del sistema financiero mundial. Pueden encontrarse opciones
viables, si dedicamos nuestro esfuerzo a la solución de este tipo de problemas
que son torales para el buen desempeño de nuestra economía. De otra manera
corremos el riesgo que decisiones tales, como la recién propuesta de la Cámara
de Diputados, aumentando el gasto en 80,000 millones de pesos, sin tener fuentes
de recursos ciertas y confiables, vengan simplemente a agravar nuestra ya muy
complicada situación financiera; sin haber resuelto, en lo más mínimo, nuestro
problema.

Aunque bien sabemos que esta decisión de los H Congresistas
Nacionales ha sido para fastidiar todavía más al Presidente de México; sabedores
muy bien que todo este juego se está haciendo por los partidos de oposición,
particularmente el PRI, por su ineptitud para pensar y encontrar soluciones a
los graves problemas de México. En cambio la grilla en el Congreso la saben
llevar muy bien. Están resultando unos verdaderos maestros en este arte de la
grilla corriente e indeseable; pero no para trabajar en serio para resolver los
grandes problemas, relacionados con los temas verdaderamente serios. Para esto
no hay voluntarios. Que pena padecer estas crisis en donde se padece la
inexistencia de verdaderos políticos, que sean capaces de abordar lo que es
importante, dejando de lado, lo que carece de verdadera importancia para el buen
desarrollo del país.

Parecería que están más dispuestos a crear
problemas que a resolverlos. ¿Qué no sería correcto, desde el punto de vista
ético, que su tiempo, su talento y su trabajo, lo utilizaran en la búsqueda de
soluciones viables para la gran deuda que hemos venido acumulando, tal como
hemos visto la improvisación de soluciones muy discutibles por parte de los
financieros argentinos? No hay peor lucha que la que no se hace; así parece ser
el pensamiento argentino en la búsqueda de soluciones para su álgido problema
financiero. Muy probablemente su propuesta no sea la más inteligente, viable y
justa, pero se ve, se nota, que la lucha la están haciendo. México, teniendo un
mayor problema no hace nada, “aquí todo está bien” dicen nuestros avezados
políticos populistas, que al parecer no han aprendido, mas que, como regalar más
dinero, que no tenemos.

¿Qué Podemos decir los mexicanos, cuando nos
hemos olvidado de la magnitud del problema financiero, enfocando los diputados
su tiempo y su inteligencia a crear formas que fortalezcan su posición política,
a la vista de las próximas elecciones del 2006? Parece ridículo que los
mexicanos empleemos nuestro tiempo en tirarnos piedras, mientras la casa se nos
destruye por la presión excesiva de unas finanzas muy deterioradas, y
precisamente por los mismos que ahora vuelven a utilizar nuestros recursos
financieros en lo mismo que nos llevó en el pasado a una debacle, ejemplo de lo
que no se debe hacer. Los dejaremos volver a hacer lo mismo, ahora para terminar
de manera definitiva con las pocas posibilidades que tiene este país para salir
de la subcultura y del subdesarrollo. Lástima de tanta angustia y tanto coraje
gastados de manera totalmente inútil, al no atender lo fundamental, lo básico de
la salud económica del país y la salud física, mental y cultural de nuestro
pobre pueblo, olvidado, en sus causas vitales por las del poder político
mediático.

Si la negociación argentina nos parece de muy bajo nivel,
hagan la nuestra a cualquier nivel, pero hagámosla ya, que el tiempo conspira en
contra de tantos mexicanos que no comprenden la gravedad de nuestra situación
financiera.

Fuente: Editorial Kiosco