La ministra israelí de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni, emprenderá este miércoles una gira política que incluirá Viena, París y Londres, con el objetivo de impedir que las donaciones de la Unión Europea al pueblo palestino sean usufructuadas por los integristas islámicos, que no reconocen a Israel y que no renuncian a la lucha armada. Israel ha amenazado con romper lazos con un gobierno palestino encabezado por Hamás y ya ha congelado la entrega de ingresos fiscales.

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Los objetivos de Livni serán conseguir el afianzamiento del consenso de Europa en las exigencias al Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamás), que está formando el nuevo gobierno de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), así como impedir que sus donaciones al pueblo palestino sean usufructuadas por los integristas islámicos, que no reconocen a Israel.

El diario Jerusalem Post indica que Livni se propone conversar en Austria, país que ostenta la presidencia de turno de la UE, “sobre las modalidades para proporcionar ayuda humanitaria a los palestinos sin fortalecer a Hamás”.

Hamás triunfó en las elecciones legislativas del 25 de enero pasado en Cisjordania, Gaza y Jerusalén oriental, y ganó el derecho a formar el Gobierno.

Israel y su principal aliado, Estados Unidos, así como la UE, que consideran a Hamás una “organización terrorista”, condicionan el reconocimiento y la ayuda al nuevo gobierno de la ANP a que desarme a sus Batallones de Azedín al Kasem, reconozca la legitimidad del Estado judío -a lo que se niega-, y respete los acuerdos para la paz suscritos por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).

Los ministros de Exteriores de la UE, reunidos ayer en Bruselas, aprobaron la transferencia de 143 millones de dólares a la ANP pero, según funcionarios citados por el rotativo de Jerusalén, Europa e Israel siguen compartiendo una misma estrategia respecto de Hamás.

La única diferencia, de momento, es que Israel cesó de pasar a las autoridades palestinas unos 50 millones de dólares mensuales, que recauda como agente de retención de impuestos, desde que el pasado día 19 juraron los legisladores de Hamás y tomaron el control de la segunda legislatura del Consejo Legislativo por ser mayoría.

La UE, siguiendo otro criterio, prefirió seguir transfiriendo su ayuda a la ANP “hasta que cambie el gobierno”, esto es, hasta que preste juramento el que encabezará, probablemente, Ismail Haniye, el candidato designado por el presidente Mahmud Abás.

Un allegado de Abás precisó que la ANP “no es una compañía privada” y los fondos procedentes de la UE, aprobados de urgencia ante el peligro de un desmoronamiento de la economía palestina, se depositarán en el Ministerio de Finanzas.

“Hay una única Autoridad Palestina y el dinero será integrado en el presupuesto para bien de la población”, dijo un representante de Hamas, Farhat Asad.

Los 143 millones de dólares que enviará la UE a la ANP serán gastados de acuerdo con la política financiera que adopte el Parlamento palestino, declaró Asad a los periodistas.

A su vez el portavoz del Ministerio de Exteriores, Mark Réguev, manifestó que “Hamás no es un socio para el diálogo o para recibir ayuda internacional” y expresó la esperanza de que “la estrategia común (con la UE) se traducirá en hechos políticos”.

La República Islámica de Irán, informa este martes el influyente diario árabe internacional Al Hayat en Londres, donará 250 millones de dólares a la ANP, pero ésta puede ser un arma de doble filo pues, según analistas, si persistiera en esas donaciones, “ahuyentará a las de Occidente”.

El primer ministro designado de Hamas, Haniye, dijo a ese matutino que “aparte del enemigo sionista, Hamás está dispuesto a dialogar con cualquier factor internacional, incluidos los Estados Unidos y Europa (pero) sin condiciones previas”.

Livni, que tiene previsto pasar 48 horas en Europa, regresará a su país un día antes de una visita, el viernes, de una delegación de Hamas a Moscú, invitada por el presidente ruso Vladímir Putin. (EFE)