Desde finales del año pasado, los trabajadores de Bangladesh se han visto acosados por una tragedia tras otra. Primero fue el incendio de noviembre en una fábrica en el que murieron más de 100 trabajadores del sector textil. Después, el hundimiento del mes pasado en un complejo textil que mató a más de 1,000 personas.

Ahora, para colmo de males, la administración Obama está amenazando con subir los aranceles que aplica Estados Unidos a los productos que compramos a Bangladesh. Según la regulación propuesta, el representante comercial de Estados Unidos, basándose en los datos de la federación sindical AFL-CIO, está sugiriendo que se aumenten los aranceles sobre los bienes importados desde Bangladesh para castigar a este país por sus malas prácticas laborales. Actualmente, Bangladesh disfruta de unas tarifas aduaneras libres de impuestos para algunos productos según el Sistema General de Preferencia (GSP), que concede una rebaja arancelaria a los países pobres en vías de desarrollo con el fin de fomentar su desarrollo económico.

Sin embargo, se trataría de una mala política de actuación. Las importaciones desde Bangladesh sujetas al GSP representan menos del 1% de todas las importaciones procedentes de este país. Además, los productos bangladesíes sujetos al GSP son mayormente agrícolas. Esto perjudicará a los sectores más vulnerables del país al limitar el acceso de sus agricultores a los mercados de Estados Unidos. La población rural de Bangladesh gana un 57% menos que sus compatriotas de zonas urbanas y $10 mensuales menos que el salario mínimo, que pronto será aumentado a $38 mensuales.

Cualquier aumento de las tarifas aduaneras en general sería perjudicial para la economía bangladesí. Los aranceles incrementan el costo de las exportaciones, lo que finalmente acaba con el empleo. Por tanto, esto dejaría sin empleo a los mismos trabajadores que los legisladores de Estados Unidos están tratando de proteger y haría que fuese incluso menos probable la puesta en marcha de las tan necesarias mejoras de la regulación laboral bangladesí.

Estas tragedias son terribles, pero no empeoremos aún más la situación dejando sin trabajo a la población más vulnerable de Bangladesh.

Publicado en Heritage