José María Aznar entregó a Mario Vargas Llosa el premio Irving Bristol 2005, que reconoce las aportaciones intelectuales a la mejora política y el bienestar social.

El ex presidente del Gobierno español, José María Aznar, aseguró ayer que es necesario reforzar las instituciones democráticas en países de Lationamérica como Venezuela. Esta es alguna de las ideas que transmitió en su discurso durante la entrega del premio Irving Bristol 2005 al escritor –Mario Vargas Llosa. El American Enterprise Institute organiza estos galardones anualmente.

El ex presidente español, que destacó su amistad con Mario Vargas Llosa recordando incluso que le había ofrecido la presidencia del Instituto Cervantes, hizo hincapié en el esfuerzo que el escritor realiza, como presidente de la Fundación Internacional para la Libertad, tratando de reforzar las instituciones democráticas.

Una tarea que José María Aznar considera "tan dolorosamente necesaria en la Latinoamérica actual y una batalla que debemos continuar juntos para arrojar algo de luz en lugares como Venezuela". De hecho, los galardones Irving Bristol vienen a premiar a personalidades e intelectuales cuyo trabajo busca mejorar la vida política y el bienestar social.

José María Aznar destacó también que el AEI es el marco en el que se cultivan las ideas en las que él cree, asegurando que "hoy en día, ser liberal en España –liberal en el sentido europeo–, no es tarea fácil y aún más dificil para un neoconservador".

Intelectuales comprometidos

Precisamente, en referencia a la AEI, Aznar destacó la importancia de poder contar "con un faro intelectual lo suficientemente potente como para alumbrar estos tiempos oscuros que nos ha tocado vivir, especialmente al otro lado del Atlántico". Según el ex presidente, "resulta habitual" hablar de escritores comprometidos, pero matizó que no alcanza a comprender por qué se asocia a esas figuras con la izquierda. En este sentido, Aznar quiso destacar que Vargas Llosa es, sin duda, un hombre comprometido y, sin embargo, "se opone absolutamente a la inclinación totalitaria de la izquierda".

Recordó que para él es un "gran amigo", quien, en la víspera de las elecciones españolas de 1996, las primeras que ganó, le llevó al teatro para "evadirme de las tensiones propias de ese día". Después fue la primera persona a la que invitó en su residencia oficial tras jurar el cargo.

En opinión de Aznar el "mundo de la literatura no es precisamente el más generoso, por decirlo suavemente" y explicó que considera una "flagrante injusticia" que aún no le hayan concedido a Vargas Llosa el Premio Nobel. "Espero que el jurado de Estocolmo rectifique este error histórico", concluyó.