Europa, Política

El Ataque terrorista a Paris, una eseñanza para Occidente

Los sucesos recientes en Paris han confirmado a Occidente lo que ya observábamos desde hace algún tiempo. Concretamente, “los europeos están gobernados por apologistas culturales de escasos principios y cuestionables valores”. De lo contrario, es imposible comprender eso de “ser tolerantes con los intolerantes”.



 

 
Mas allá de la conferencia de prensa estableciendo el "estado de emergencia y el cierre de las fronteras", con la consecuente prohibición de circular, que ha implantado el presidente Hollande luego de la masacre parisina, Europa ha estado gobernada los últimos años por una dirigencia empeñada en desmembrar el patrimonio y la cultura judeocristiana, por lo que nadie debería asombrarse de estos acontecimientos criminales con un horroroso número de muertos y heridos.
 
Los gobiernos europeos, en especial Francia, han demostrado "lo culturalmente sensible que han sido los últimos años". Como resultado de ello: hoy asistimos a la pesadilla de un Islam que se pierde en un marco difuso al momento de diferenciarlo del Islamismo radical.
 
En los últimos cinco años no se prestó atención en Europa a graves y absurdas situaciones en las cuales, jueces alemanes citaron la sharia en sus fallos de junio de 2013 y abril de 2014, y así legalizaron y convalidaron la poligamia para hombres que profesen el islam. También, el año pasado, un juzgado italiano permitió que un padre musulmán, devoto, golpeara brutalmente a su hija por escoger como novio a un joven italiano y católico, sin sancionar tal conducta como delito. Lo cierto es que por menos de esto cualquier otra persona iría a prisión, pero los valores islámicos están siendo importados al por mayor en Occidente y son impuestos sobre la población por parte de quienes -para la mayoría de los europeos- son tan bienvenidos como un melanoma.
 
Aun así, ninguna otra religión obtiene estos privilegios "como el Islam" sí los dispone, por lo que es normal que algunas personas estén muy molestas con esta incipiente islamización de su cultura y que estén comenzando a protestar por ello. Hoy, luego de los asesinatos y fusilamientos masivos en Paris, en siete ataques coordinados por los terroristas, las cosas se complicarán más aun.
 
Solo con un pequeño detalle, a partir del drama de los refugiados ingresados por miles en Europa los últimos meses, el primer ministro británico Cameron ha expresado que ya no serán permitidas protestas para no herir la sensibilidad de aquellos que profesan la fe islámica.
 
Personalmente se ve mucha gente irritada -no por ser racistas o islamófobos- sin embargo nadie de estas personas irritadas asesinó a ningún ser humano que profesa el Islam en un teatro o un bar de Europa.
 
Sin embargo, el dia 11 de septiembre de 2001 en EE.UU todos entendimos que los terroristas y asesinos que iban en los aviones que se estrellaron contra las Torres Gemelas llevándose la vida de más de 3.000 inocentes si la profesaban. Lo que si vimos, luego de ocurrido el ataque a las Torres, fue a cientos de individuos bailar en las calles de los países árabes repartiendo dulces y efectuando discursos que justificaron tal aberración y, hay que decirlo también, en países no árabes ¿O no es lo que ha hecho la señora Hebe de Bonafini en su tiempo?
 
Pero si el lector me permite, antes que alguien piense o decida llamarme racista o islamófobo (pueden guardarse el aliento), la islamofobia no tiene la connotación negativa que podría haber tenido si la palabra hubiera sido más honesta, porque es gracias al islam político y racista, como a su odio declarado contra todos nuestros valores, que muchos musulmanes llaman islamofóbico a  Occidente y a cualquiera, que haciendo uso del sentido común, repudie los crímenes que vemos que desarrollan por estas horas en Paris. Por lo que es más probable que la etimología de la palabra islamofobia se tome mas como un elogio que como un insulto.
 
Lo concreto es que ante estos hechos criminales, nuestros políticos no pueden hacer mas que culparse a sí mismos por ellos, porque lo que tienen que entender es que la sharia es y será rechazada por los ciudadanos en Occidente, y no porque sean islamofobos o racistas, sino porque es una muestra de barbarie incompatible con nuestra forma de vida.
 
Es cierto que Occidente también utilizo alguna vez la mutilación y se cometieron crímenes horrendos en el nombre de la justicia religiosa. Ese desquicio fue llamado "Inquisición". Pero luego recuperamos la razón y nos hicimos "mas civilizados". Y antes que alguien me recuerde que el Islam preservó antiguos conocimientos científicos cuando "la vieja Europa" transitaba su tiempo de oscuridad, diré que ¡Si! que eso ha sido muy meritorio, pero la impresión actual es que el Islamismo ha renegado y olvidado todo aquello hoy, porque el Islam político moderno, si me excusan la expresión, no parece ser más que una energía que destruye vidas, patrimonio cultural de la humanidad y sus propios vestigios culturales antiguos, sus textos y obras magnificas que los propios musulmanes han pulverizado y ya no se recuperaran.
 
El resultado de esto que describo está a la vista de todos, nadie debería ofenderse ante la realidad de la crueldad que nos imponen los eventos que se están desarrollando en Paris y que recorren el mundo viralizados y visibilizados más que nunca a través de las redes y herramientas sociales.
 
En cualquier país controlado por el islam político (y su ideología yihadista radical) lo que vemos, son valores barbaros, decapitaciones, amputaciones y personas asesinadas, enjauladas a quienes prenden fuego o sumergen en agua hasta la muerte. Y todo ello, en definitiva, no es más que un retorno absoluto a la edad de piedra.
 
A mi juicio, no pienso que alguna persona quiera lo que se está observando en Paris para Occidente, aun así, se ve a menudo como el Islam se victimiza, y lo real es que las victimas deberían ser el problema para Paris hoy y para Occidente mañana. No los victimizados que culpan a todo y a todos menos a los asesinos que hoy sembraron muerte y dolor en nombre de su religión. Ya no alcanza que se los califique de "locos sin religión".
 
Personalmente no quiero policías religiosas patrullando las calles de nuestros países, ni violaciones legalizadas, amputaciones, lapidaciones o ninguna de las otras delicias de la jurisprudencia islámica en la cual la palabra de un hombre vale el doble de la de la mujer.
 
TV5 está informando como los terroristas islámicos están asesinando rehenes uno a uno en un teatro parisino mientras escribo esta nota. Por ello, lo que los ciudadanos deberíamos preguntar a la dirigencia política occidental, incluida la argentina, es cuando se darán a la tarea de repudiar y ayudar a frenar estas cosas y a dejar de demostrar respeto por quien no respeta la vida, los derechos ni las libertades.
 
De no suceder esto los gobiernos seguirán siendo culturalmente "sensibles" y lo seguirán callando como lo callan ahora. Pero si ese es el caso, entonces mi sugerencia para las próximas generaciones occidentales es: "no seas mujer y ni se te ocurra ser gay".
 
Observando en directo los hechos de Paris; deberíamos preguntarnos cuanto tiempo habrá de pasar hasta que la primera mujer latinoamericana -no una europea o una norteamericana- sea lapidada a muerte por adulterio.
 

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