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Agricultores españoles protestando en Madrid.Imagen: THOMAS COEX/AFP/Getty Images

Agricultores españoles protestando en Madrid.Imagen: THOMAS COEX/AFP/Getty Images

Agricultores europeos: protestas pese a las subvenciones

Aunque la agricultura solo representa el 1,6 por ciento de la producción económica de la UE, recibe alrededor del 25 por ciento de los subsidios, lo que en 2022 se tradujo en 57 mil millones de euros.

En las últimas semanas se han producido protestas y manifestaciones de agricultores en casi la mitad de los países de la Unión Europea (UE). La crítica es contra las políticas agrarias nacionales, pero también contra las comunitarias.

En Alemania, los agricultores están molestos por la reducción de las subvenciones al diésel previstas por el Ejecutivo. En Polonia y otros países de Europa del Este, en cambio, quieren impedir importaciones más baratas desde Ucrania.

La agrupación europea de agricultores COPA pide normas medioambientales menos estrictas, menos burocracia y mejores condiciones de competencia internacional.

Por eso, los grupos de influencia agrícolas se oponen a un acuerdo comercial con el Mercosur, pues significaría una mayor competencia, declaró la presidenta de COPA, Christiane Lambert, en una carta a la Comisión Europea.

La Comisión Europea anuncia concesiones

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ya reaccionó y retiró una propuesta legislativa que reduciría a la mitad el uso de pesticidas. Pero eso no fue suficiente para los agricultores, que esperan más excepciones y menos regulaciones.

La líder del movimiento de agricultores y ciudadanos de Países Bajos, Caroline van der Plas, se quejó de que la agricultura no es reconocida ni valorada como merece.

“Las personas que producen nuestros alimentos están desacreditadas como maltratadores de animales, envenenadores del suelo y destructores del medio ambiente”, dijo en una entrevista con el Financial Times.

Numerosos tractores estacionados frente al Parlamento en Atenas.
Los agricultores griegos sacaron sus tractores a la calle.Imagen: Louisa Gouliamaki/REUTERS

La representación de los intereses de los agricultores en cada país de la UE, y en Bruselas, se ha mostrado influyente. Los eurodiputados cristianodemócratas se han puesto de su lado, al igual que los socialistas.

Sin embargo, no se debe actuar como si las normas que molestan a los agricultores estuvieran equivocadas, especialmente las medioambientales, advirtió la experta en política agraria del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), Maria Noichl, en una discusión en el Parlamento Europeo.

Menos agricultores, la misma producción

La protección del clima, la reducción de emisiones y los cambios estructurales también son necesarios en la agricultura.

La pregunta es cómo se debe organizar todo ello, en una región donde el número de explotaciones agrícolas sigue cayendo. Sin embargo, la superficie cultivada no disminuye, lo que significa que hay menos explotaciones, pero de mayor tamaño.

Esto no responde solo a problemas de viabilidad económica. También ocurre que muchos agricultores en edad de jubilación se dan por vencidos porque no tienen herederos dispuestos a asumir ese estilo de vida.

La agricultura europea produce grandes excedentes, que se exportan. Según las estadísticas del Ministerio de Agricultura de Alemania, los ingresos de los agricultores alemanes han aumentado considerablemente en los últimos años.

Un trabajador agrícola promedio obtuvo ingresos por unos 43.000 euros en 2022. En la Unión Europea, eso puede diferir. En España o Rumania los ingresos son significativamente menores. En Países Bajos, en cambio, son mucho mayores.

Las subvenciones son el núcleo de la UE

La UE gasta en la agricultura porque la política agraria es el núcleo de la Unión. La mayor parte del presupuesto común se destina a subvenciones de agricultores y al desarrollo rural.

Aunque la agricultura solo representa el 1,6 por ciento de la producción económica de la UE, recibe alrededor del 25 por ciento de los subsidios, lo que en 2022 se tradujo en 57 mil millones de euros.

Los elevados subsidios garantizan que los precios de los alimentos en la UE sean relativamente bajos y estables. Si los agricultores trasladaran sus costos reales de producción al consumidor, los precios aumentarían y fluctuarían mucho.

Prevenir esto era y es el objetivo declarado de la política agraria de la UE. Pero los instrumentos están cambiando: hace 40 años, la Comisión Europea compraba mantequilla y leche para mantener los precios estables. Hoy, los agricultores reciben un subsidio por hectárea, así como pagos para programas medioambientales, conservación de la naturaleza o retirada de tierras.

En 2027,  la actual “Política Agrícola Común” (PAC) será nuevamente revisada.

Una información de Bernd Riegert para DW

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