Tras dos años en el poder, Correa podrá gobernar ahora con una presumible estabilidad hasta 2013 y postularse después como candidato una vez más, tal como establece la nueva Constitución aprobada el año pasado.

Tras la victoria en las generales
Tras su rotunda victoria en las elecciones celebradas anteayer en Ecuador, el presidente Rafael Correa se consideró ayer legitimado por el voto popular para profundizar su proyecto socialista y avanzar en la denominada “revolución ciudadana” en los próximos cuatro años.

“Más que cambiar de rumbo, se trata de profundizar los cambios que ya hemos iniciado, hacerlos más radicalmente, más aceleradamente [?] Seguiremos con el socialismo, por supuesto, por eso votó el pueblo ecuatoriano”, declaró el mandatario izquierdista, que, con el 70 por ciento de los votos escrutados, se impuso en la primera vuelta de los comicios, con un 51,7 por ciento, frente al ex presidente Lucio Gutiérrez (2003-05), el candidato más votado de la oposición, que superó las expectativas y obtuvo el 28 por ciento de los sufragios.

El tercer lugar fue para el empresario Alvaro Noboa, el gran perdedor de la jornada electoral, que tuvo que conformarse con el 11,6 por ciento de votos en su cuarto intento consecutivo de alcanzar la presidencia del país.

Tras dos años en el poder, Correa podrá gobernar ahora con una presumible estabilidad hasta 2013 y postularse después como candidato una vez más, tal como establece la nueva Constitución aprobada el año pasado.

Varios gobiernos, entre ellos el de la Argentina y el de España, saludaron enseguida el triunfo de Correa. El presidente venezolano, Hugo Chávez, uno de sus principales aliados políticos, lo felicitó por teléfono por su “contundente e histórica victoria”.

“Los cambios son posibles, pero fuera del sistema capitalista, dentro del nuevo socialismo”, señaló Correa. El presidente, enmarcado dentro de la corriente del denominado “socialismo del siglo XXI”, que encabeza Chávez, precisó que su gobierno seguirá impulsando un orden financiero al margen del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.

Según los sondeos en boca de urna, el oficialismo se acercaba ayer a asumir también el control de la Asamblea Legislativa, compuesta por 124 escaños. Las encuestas asignaban 61 diputados a la gobernante Alianza País y 23 legisladores al partido de Gutiérrez, Sociedad Patriótica.

En las elecciones del domingo los ecuatorianos votaron también por gobernadores y alcaldes. La capital, Quito, quedó en manos del oficialismo, mientras que la oposición conservó Guayaquil, la ciudad más poblada del país, donde el alcalde conservador Jaime Nebot logró cerca del 70 por ciento de los votos.

Respaldado por una victoria histórica en primera vuelta (hacía 30 años que un candidato no lo lograba en Ecuador), Correa descartó ayer cualquier acercamiento con Lucio Gutiérrez, al que definió como “un ser con graves limitaciones morales e intelectuales”.