El gobierno argentino tomó la decisión de recortar los excedentes de exportaciones de gas para poder, así, frenar los cortes de energía eléctrica.

CORTE DE EXPORTACIÓN DE GAS
La medida se aplica desde el lunes 29 de marzo y dentro de los principales
afectados se encuentra Chile. Actualmente en el SIC (Sistema Interconectado
Central) la participación de centrales de gas natural es de un 30% y el
principal abastecedor de gas natural es Argentina.

Para Argentina la
medida permitirá abastecer el mercado interno con el insumo y, así, evitar las
interrupciones de energía. Para la investigadora del Programa Económico y
experta en temas de regulaciones, María de la Luz Domper, las razones de las
decisiones del país vecino están claras: “en Argentina están congelados los
precios de generación y en consecuencia no hay incentivos para crear nuevas
plantas o en nuevas centrales de gas natural”.

En Chile, en cambio, no
todo está tan claro. Mientras en Bolivia se mira la situación como un posible
punto de negociación (pensando en intercambio de gas por una salida al mar);
tanto el Gobierno, como la prensa están en espera de las consecuencias que esta
decisión tomada por el gobierno de Kirchner pueda acarrear a nuestro país.


Para Domper la situación debe tener respuestas internas claras. “Si se
limita el envío de gas a Chile nosotros podemos reaccionar adecuadamente porque
las plantas de ciclo-combinado que operan con gas natural también están
preparadas para operar con otros combustibles, como es el diesel. Claramente,
eso significa que va a ser más cara la generación de energía eléctrica y por lo
tanto es de esperar que los precios suban. Esa es la manera que tiene Chile para
reaccionar”, señala.

Sin embargo, para esta especialista en regulaciones,
el Gobierno pudo haber estado mejor preparado. Domper establece que “uno siempre
debería tener repartidos los riesgos de desabastecimientos”, para que así no
quede tan manifiesta la dependencia de nuestro país hacia las decisiones
transandinas.

María de la Luz Domper establece tres aspectos específicos
a través de los cuales se permitiría afrontar este caso correctamente. “Lo que
se debería hacer en términos de regulación es que primero se clarifique quienes
son responsables cuando hay una razón de fuerza mayor, como es el caso. Eso no
está claro en la ley. Por otro lado hay que seguir avanzando en cómo aumentar
las entradas de nuevas centrales en Chile, un aumento, en el fondo, de la oferta
del parque generador. Además, habría que esclarecer todo lo que tiene que ver
con el gas natural y la producción de hidrocarburo en Chile, porque hoy día esto
está solamente en las manos de Enap, una empresa estatal, por lo tanto, uno
podría también liberalizar y profundizar más ese mercado”.