Política

Los colores políticos del 15M confunden a los ciudadanos

A muchos ciudadanos les gustan las reivindicaciones del 15M, pero se equivocan al pensar que es un movimiento apolítico. Así se desprende de la primera parte de un estudio publicado por la Fundación Alternativas, un think tank vinculado ideológicamente al PSOE.

El movimiento 15M nació a toda pastilla, gracias en parte a la velocidad con que volaron sus mensajes por las redes sociales. Indignados, AcampadaSol, Spanish revolution… Al principio, todos estos nombres sirvieron para aglutinar lo que se haría visible en las manifestaciones del 15 de mayo de 2011, convocada en distintas ciudades de España por la plataforma Democracia Real Ya

Antes de eso, esta plataforma cívica había absorbido otros colectivos más pequeños que, en general, coincidían en “indignarse” –expresión tomada del libro ¡Indignaos!, del escritor Stéphane Hessel– contra el paro, las duras condiciones sobre las hipotecas, el bipartidismo de facto PSOE-PP…

Ahora, con un poco de distancia, la Fundación Alternativas quiere tomar el pulso al 15M. En la primera parte del informe (“Movimiento 15M: ¿quiénes son y qué reivindican?”), tres investigadores de la Universidad de Salamanca se preguntan cómo son los miembros más activos de este movimiento, cuáles son sus objetivos y qué piensan los demás ciudadanos sobre ellos.

Además de recurrir a diversos estudios y encuestas, los autores han realizado un cuestionario propio entre más de 250 personas implicadas directamente en el 15M de Salamanca, bien como “acampados” en la Plaza de la Constitución entre el 18 de mayo y el 12 de junio o como asistentes a las “asambleas” organizadas entre esas fechas.

No toda la calle era 15M

De entrada, los autores dejan claro que una cosa son los “participantes” en el 15M (o sea, los que durmieron de modo regular u ocasional por la noche en las plazas; los que trabajaron en alguna comisión; los que participaron en asambleas…) y otra los que se sumaron a sus convocatorias en las distintas ciudades de España.

“En buena medida, el ‘movimiento 15M’ y la propia ‘manifestación del 15M’ no son la misma cosa. No son las mismas personas las que han dado cuerpo a ambas situaciones de protesta: muchas personas que se manifestaron no han participado en las actividades posteriores; igualmente, muchos de los ‘acampadaos’ no se manifestaron el día 15 de mayo”.

Respecto al perfil de los participantes o miembros más activos, en la muestra de Salamanca sale una distribución muy similar entre hombres y mujeres; la población es notablemente joven, con edades entre 19 y 30 años; el 18% de ellos afirma estar trabajando, frente al 67% que se declaran estudiantes, un sector quizá sobrerrepresentado en una ciudad con amplia presencia universitaria.

Los colores políticos del 15-M

Otro dato interesante es la percepción que tiene buena parte de la población sobre la ideología de los participantes en el 15M. Según una encuesta de Metroscopia, el 50% de los españoles creen que este movimiento “no tiene una tendencia política definida”. Pero el estudio muestra que “esta es una percepción equivocada (…). Las identidades ideológicas están bien definidas hacia la izquierda”.

La confusión de los ciudadanos puede deberse al empeño de la plataforma Democracia Real Ya por presentarse como un movimiento sin una ideología específica. Dice su manifiesto: “Unos nos consideramos más progresistas, otros más conservadores. Unos creyentes, otros no. Unos tenemos ideologías bien definidas, otros nos consideramos apolíticos…”.

Es cierto que este abanico de posibilidades serviría para englobar a los asistentes a las manifestaciones del 15M (y, en general, a quienes simpatizaron con el movimiento desde su casa). Pero, como muestra el informe, quienes se implican más en el 15M son en su mayoría jóvenes de izquierda. Lo cual es muy loable. Lo que no se entiende bien es por qué no hicieron gala de sus posturas desde el primer momento.

Es curioso que un movimiento pensado por y para el pueblo siga dando tantos quebraderos de cabeza a la gente para saber quiénes son y cómo son los miembros más activos del 15M. Quizá la democracia real tendría que haber empezado por aclararse antes con la sociedad civil.

No” a los partidos mayoritarios

Sobre los objetivos del 15M, no hay grandes sorpresas. Sobre todo, a la luz del eslogan utilizado por Democracia Real Ya, en su versión originaria y más breve: “No somos mercancía en manos de políticos y banqueros”.

Entre las reivindicaciones más valoradas aparecen –por este orden– las siguientes: lucha contra la corrupción; reforma electoral; limitar el poder de los mercados financieros; transformar la democracia; que los medios sean imparciales; reforma educativa…

Aquí el informe da un curioso giro y concluye que “más importantes que las políticas y los partidos políticos concretos son la preocupación por el poder de los mercados financieros y la manipulación de los medios de comunicación”.

Esta afirmación se basa en las respuestas a los cuestionarios de Salamanca. Los datos están en el informe y, desde luego, está claro que la indignación de los miembros del 15-M no se dirige sólo contra los partidos políticos.

Pero el comportamiento frente a las urnas de los miembros más activos del 15M (los mismos, por ejemplo, que piden con urgencia la reforma electoral) da la espalda a los partidos mayoritarios (PSOE y PP).

De los entrevistados por los investigadores de Salamanca, el 56% declaró haber votado en las elecciones del 22 de mayo. De ellos, la inmensa mayoría (79%) lo hizo a favor de un partido minoritario; el 8% votó en blanco o de manera que su voto fuera considerado nulo.

Aunque siempre se podrá decir que los 15M de Salamanca no eran los mismos que los de Madrid o Barcelona, por ejemplo, parece que su tendencia de voto no es muy representativa de la del resto de la sociedad. Esto, insisto, es muy respetable. Pero quizá por eso hubiera sido de agradecer más transparencia desde el principio.

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