Las dos Coreas sostuvieron breves conversaciones el martes sobre un conflictivo proyecto industrial conjunto en el país comunista, después que ambas naciones pasaron la mayor parte del día estancadas por cuestiones de procedimiento

Duraron 22 minutos

La reunión, que apenas duró 22 minutos, tiene lugar en medio de crecientes tensiones en la península coreana después de la condena internacional al lanzamiento de un cohete norcoreano el 5 de abril y la decisión del Norte de reanudar su programa nuclear y retirarse de las negociaciones sobre desarme.

La portavoz del ministerio de unificación, Lee Jong-joo, dijo que las conversaciones comenzaron el martes por la noche en el Complejo Industrial Kaesong tras la frontera en Corea del Norte, después de horas de discusiones acerca de cómo se llevarían a cabo.

Las conversaciones formales comenzaron finalmente más de once horas después que los surcoreanos traspusieron la frontera. Lee no dio detalles sobre el contenido de las discusiones, pero dijo que ambas partes tuvieron siete encuentros durante el día solamente para decidir cuestiones de procedimiento.

Las reuniones del martes representan el primer diálogo directo, de gobierno a gobierno, entre los dos países desde que el presidente conservador surcoreano Li Muyung-bak asumió en febrero del año pasado con la promesa de asumir una posición enérgica ante el Norte y sus ambiciones nucleares.

La dificultad para iniciar las conversaciones pone de manifiesto el deterioro en las relaciones entre los dos países. Corea del Norte prácticamente se ha negado a negociar con Surcorea durante el mandato de Li, aunque ambas naciones han sostenido conversaciones militares y se han reunido al margen de las negociaciones nucleares de seis países.

Uno de los elementos de presión en el encuentro fue la reciente advertencia norcoreana de que el Sur no debería incorporarse a un programa conducido por Estados Unidos para contener la propagación de armas de destrucción masiva.

El Norte también retiene a un trabajador surcoreano en el complejo industrial al parecer por denunciar el sistema político de Pyongyang. El Sur esperaba tratar de conseguir la liberación del detenido durante las conversaciones. No se conocían los resultados de esa gestión.

Los analistas y la prensa han conjeturado que el Norte podría usar la reunión para agravar las tensiones amenazando socavar más la atribulada zona industrial, centro de los esfuerzos de reconciliación intercoreanos.

El complejo, que aúna el capital y la capacidad surcoreana con la mano de obra barata del Norte, se ha visto complicado por dificultades desde el año pasado, con ocasionales controles fronterizos estrictos norcoreanos que obstaculizan los negocios surcoreanos allí y crean dudas sobre la viabilidad del proyecto.