El 1 de febrero comienzan en Iowa las primarias de EE.UU., un proceso de varios meses en el que los votantes republicanos y demócratas elegirán al candidato que representará a su partido en las presidenciales de 2016. El interés por descalificar a los rivales ha propiciado una guerra de etiquetas. Pero la campaña también ha servido para tomar el pulso a las corrientes dominantes en cada partido.
// MÁS DEL AUTOR