América, Economía y Sociedad

Informe de Coyuntura Económica en Chile: La guerra y la paz

El Informe de Coyuntura Económica en Chile releva los efectos que ya se están viendo en su economía por la invasión de Rusia a Ucrania.

El título de la magistral novela de Tolstói, donde se relatan las penurias de familias rusas ante la invasión del Emperador Napoleón, da un marco de sustancial ironía en la situación actual en donde la invasión de Rusia a Ucrania ha generado una sustancial variabilidad en los mercados, con fuertes fluctuaciones en el precio de los commodities y de las bolsas de valores. Es muy probable que Rusia estimara que la rendición de Ucrania no tomaría más de una semana y que, por tanto, el debate se centraría en las características de la ocupación militar y política. Sin embargo, esto no ha ocurrido: la resistencia ucraniana ha sido férrea y las sanciones económicas impuestas por el mundo libre han generado un sustancial daño al sistema financiero y empresarial ruso con el derrumbe de su moneda, el cierre a los mercados de capitales, el bloqueo de los puertos británicos a toda su flota, el cese americano a las exportaciones de petróleo ruso y hasta la imposibilidad de usar una tarjeta visa en el comercio local.

Ahora bien, la persistencia del conflicto genera un probable creciente daño sobre la economía chilena, tanto por el recorte de la proyección de crecimiento de la economía mundial – y como consecuencia sobre nuestras propias estimaciones-, como porque el impacto sobre la trayectoria de la inflación puede alterar sustancialmente el escenario base que había planteado el Banco Central en diciembre pasado, por lo cual en el IPoM de fines de marzo se presentará el nuevo escenario en donde la política fiscal tendrá un rol crucial.

El nuevo ministro de Hacienda, Mario Marcel, ha comenzado a ajustar las expectativas ante este escenario más complejo, postergando, por ejemplo, la promesa de salario mínimo de $500 mil para el final del gobierno y señalando que incluso el reajuste que debe ser enviado a trámite en las próximas semanas, debe considerar la tasa de recuperación del empleo, ya que esta variable aún no ha logrado llegar al nivel pre pandemia. Incorporar este elemento es muy valioso, ya que un agresivo reajuste del salario mínimo que no considere esa realidad, implicará un mayor desequilibrio del mercado del trabajo, destruyendo empleos en las pymes.

Similar actitud se ha manifestado en relación a la reducción de la jornada de trabajo a 40 horas y el aumento de los impuestos, lo cual debe ser abordado en este nuevo contexto, ya que las estimaciones de crecimiento se estima que serán recortadas tanto por el Banco Central, como por el Ministerio de Hacienda.

El informe completo en este enlace.

Libertad y Desarrollo.

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