¿Cambios en América Latina?

América Latina vivirá durante el año 2024 varias citas electorales. El Salvador, Panamá, República Dominicana, México, Uruguay y Venezuela celebrarán elecciones entre febrero y octubre próximos. En Panamá y Uruguay la tendencia del voto apunta a posibles victorias de la oposición en dos países institucionalmente estables. En el caso de República Dominicana, todo parece apuntar a que el presidente Abinader, candidato a la reelección, revalidará el triunfo electoral de hace cuatro años. En El Salvador, Bukele busca su reelección, apelando a sus éxitos policiales en la lucha contra las maras, al precio de forzar los mecanismos institucionales que lo impiden. La alianza que en México han suscrito el PRI, el PRD y el PAN para presentar una candidata única a las elecciones de junio no consigue, al menos en las encuestas, desbancar a MORENA, porque la popularidad de López Obrador sigue intacta, pese a que, durante su gestión, el número de personas asesinadas supera el de los sexenios anteriores. 

Chantaje humanitario

Si es verdad que 12 empleados palestinos de la ONU participaron en el atentado de Hamas contra Israel en el que fueron asesinadas más de 1500 personas, niños, mujeres y ancianos, y que es el detonante del conflicto que ahora sucede en Gaza, no basta con que la agencia multilateral suspenda sus contratos. Tendrá que llevar a los responsables ante la justicia. Reino Unido, Australia, Finlandia, Italia, Alemania, Países Bajos y Canadá se unieron el sábado a Estados Unidos para suspender la financiación de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos. Francia también ha anunciado una suspensión para la mitad del año en curso.

España, no hará nada de eso y transfirió 10 millones de euros después, incluso, del ataque de Hamas. Para muchos, informados o no, la ingente financiación que Palestina recibe de la comunidad internacional cada año, está bajo sospecha. Lo seguro es que el conflicto es interminable y pareciera que demasiados ya viven de ello.

Milei

Ojalá pueda acertar y  le dejen. Muchos pensamos que Argentina es casi un Estado fallido y que va a ser muy difícil remover ese inmenso tinglado político, económico y social trufado de  prebendas, privilegios, subvenciones y despilfarro. No lo va a tener fácil. Son muchos y muy poderosos -ahora- los que tienen mucho que perder con el cambio de gobierno. Dentro de Argentina y fuera de ella también. En América Latina y en Europa.

El sueño de la libertad

En Estrasburgo, con la entrega, hace aproximadamente un mes, del Premio Sajarov a los Derechos Humanos, concedido a título póstumo a la joven iraní Masha Amini, el Premio fue entregado en presencia de la presidenta del Parlamento europeo, se ha vivido un acontecimiento de una enorme fuerza histórica. La memoria de una mujer musulmana que murió defendiendo su libertad y cuyo coraje ha sido premiado en el país de Juana de Arco. No todo está perdido cuando desde el corazón de Europa se sigue reivindicando la expansión del sueño de la libertad.

Ingresar más

Pedro Sánchez, avalado por sus socios en la legislatura, ha decidido ingresar más para poder gastar más, en vez de ingresar menos para gastar menos. El problema es que esos mayores ingresos se hacen a costa de los ciudadanos, de su poder adquisitivo y de su esfuerzo, incluido el del ahorro, que parece ya un sueño del pasado. No es responsable crear una ficción de economía solvente a costa de un gasto desenfrenado que caerá sobre las espaldas de las futuras generaciones.