Marruecos
La situación creada tras el terremoto que el pasado día 8 ha golpeado la zona del Atlas en Marruecos pone a prueba a toda una sociedad y al régimen político del país. Una parte considerable de los daños personales y materiales, sin lugar a dudas, tiene que ver con la situación de pobreza de la región afectada. Las construcciones son de baja calidad y ofrecen poca seguridad. Tras más de una semana miles de personas siguen pasando la noche al raso. Las temperaturas siguen siendo benignas, pero pronto comenzará el otoña, con las lluvias y el frío. Y es muy probable que los que se han quedado sin techo se conviertan en desplazados internos sin ayuda para comenzar una nueva vida. El régimen de Mohamed VI se enfrenta al importante reto de la reconstrucción. Marruecos ha experimentado en los últimos años un notable crecimiento, pero las desigualdades sociales son abismales. Hay una reducida clase de personas muy ricas, mientras que esa riqueza no se ha traducido en desarrollo efectivo para muchos.