La ultratontería
Seguramente que hemos pensado muchas veces que ‘ultra’ es un calificativo despectivo de extremista, pero ultra también significa ‘más allá’: ultramar, ultraligero, ultramarino. La moda dicotómica de dividirlo todo en buenos y malos, ultraderecha o ultraizquierda no permite percibir con claridad a los ultratontos porque son gente que está por todas partes y son los que piensan que todos los demás son tontos ya que se resisten a pensar y actuar como los ultratontos quieren o creen. Y es que la ultratontería se extiende peligrosamente cuando alguien quiere avasallar, imponerse, dominar, sin percibir que eso es imposible, porque la gente no es tan tonta. Lo hemos visto con el anciano que se quejaba del maltrato que le daban los bancos a él y a los de su edad, y lo vemos con los intentos de algunas feministas y/o dirigentes políticos de cualquier bando, empeñados en llevar la contraria a la normalidad y querer controlar, por ejemplo, la enseñanza para que en las aulas se explique sólo y todo lo que ellos consideran oportuno, creyendo que así los jóvenes acabarán pensando como ellos, ya que con los mayores es imposible llevarse bien porque están contaminados con falacias antiguas, difíciles de destruir.