El mundo se enfrenta en las últimas semanas a un aumento sin precedentes de nuevos casos de COVID-19 que amenaza con poner a prueba los límites de los sistemas sanitarios de todo el planeta.

Según Our World in Data, el promedio móvil de siete días de nuevos casos de coronavirus a nivel mundial ascendió a 2,6 millones ayer, algo más de tres veces el pico anterior alcanzado a finales de abril de 2021. Debido a la aparición de la variante ómicron, en muchos países se está produciendo un aumento de casos que se asemeja más a una pared vertical que a una subida constante, como se ha visto en olas anteriores. Es más, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió ayer que la mitad de la población europea contraerá ómicron en las próximas seis u ocho semanas.

Los primeros análisis realizados en Sudáfrica sugieren un menor riesgo de hospitalización y muerte entre las personas infectadas con la variante ómicron en comparación con las infectadas con otras variantes. Sin embargo, los expertos en salud siguen advirtiendo que no hay que confiarse, ya que la elevada velocidad de expansión de esta variante puede desbordar los sistemas de salud.