La cuestión fue presentada ante un comité de la Asamblea General de las Naciones Unidas por el departamento de operaciones de paz, según el portavoz oficial de la organización, Eduardo del Buey.

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Un amigo político me alerta de esta noticia que debería hacer sonar las alarmas por un buen número de razones:

Las Naciones Unidas están considerando la posibilidad de utilizar aparatos no tripulados (drones) en operaciones de Inteligencia y para recabar información… La cuestión fue presentada ante un comité de la Asamblea General de las Naciones Unidas por el departamento de operaciones de paz, según el portavoz oficial de la organización, Eduardo del Buey. Del Buey dice que las Naciones Unidas analizan el uso potencial de esa tecnología, incluyendo el apoyo que la organización necesita de los países miembros si su uso llegara a recomendarse. Los vehículos no tripulados se utilizarían en operaciones de Inteligencia y para recabar información, según el portavoz, añadiendo que no se ha llegado a ninguna conclusión ni recomendación en la materia.

La administración Obama tiene de forma imprudente a las Naciones Unidas en un pedestal a tenor de un buen número de cuestiones, pero con suerte frustrará cualquier petición de que Estados Unidos comparta sus vehículos no tripulados con las tropas de paz de las Naciones Unidas. Dejando aparte la cuestión del mandato o la autoridad que tendrían las Naciones Unidas para llevar a cabo labores de Inteligencia para empezar, cualquier instancia de vehículos no tripulados de la ONU — hasta en nombre de la paz — podría socavar enormemente la seguridad nacional estadounidense. Hasta las misiones inocuas como la United Nations Operation in Côte d’Ivoire incluyen a personal de países como China, Rusia o Pakistán, encantados todos de poner sus manos en la tecnología norteamericana más puntera.
 
Proporcionar capacidad de espionaje autónomo puede provocar conflictos en lugar de impedirlos. La United Nations Interim Force in Lebanon (UNIFIL) lleva prácticamente 35 años siendo un desastre sin paliativos. Cuando Israel se retiró del sur del Líbano, el ejército israelí dejó sus posiciones en manos de UNIFIL para transferir al ejército libanés. UNIFIL prefirió en su lugar dejar las posiciones en manos de Hezbolá. A continuación, menos de cinco meses más tarde, las guerrillas de Hezbolá — vestidas con uniforme de UNIFIL — secuestraban a tres israelíes en el lado israelí de la frontera. El personal de UNIFIL se encontraba realizando labores de vigilancia en aquel momento. Grabaron a los agentes de Hezbolá vestidos con uniforme de UNIFIL y conduciendo vehículos con distintivos de UNIFIL, pero durante nueve meses se negaron a reconocer la existencia de un vídeo que podría haber proporcionado la información necesaria para identificar a los autores materiales del secuestro y rescatar a los israelíes. Sólo después de que el país se movilizara demasiado para ser ignorado el Secretario General de las Naciones Unidas Kofi Annán ordenaba abrir una investigación. Los resultados fueron nocivos.
 
Demasiado personal de las Naciones Unidas es corrupto, delictivo o indigno de confianza. Ofrecerle capacidad de vigilancia independiente cuando han explotado tan a menudo sus cargos sería imprudente y un peligro para la seguridad nacional estadounidense. Por desgracia, eso aumenta todavía más la probabilidad de que Obama acabe accediendo.