Su presidente, Antonio Mata, anuncia un beneficio de 44 millones en 2004 y tacha de contrasentido la impugnación de las cuentas por el Estado Argentino.

FIN DE SUSPENSIÓN DE PAGOS
Antonio Mata, presidente de Aerolíneas Argentinas, explicó que en diciembre afrontarán “unos pagos por un importe próximo a los 90 millones de dólares (equivalentes al 55% de la deuda homologada en el concurso de acreedores de diciembre de 2002)” y levantarán la suspensión de pagos que afecta a la compañía desde la gestión de los anteriores accionistas completando las obligaciones que tiene Aerolíneas con sus acreedores.

El pago del último tramo de la deuda se sumará, de este modo, a los dos pagos parciales anteriores satisfechos en marzo y diciembre de 2003 por el 10% y el 35% de la deuda, respectivamente, tal y como se fijó en el calendario del concurso de acreedores, en el que se aprobó una quita del 60% de la deuda heredada de la gestión de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) que adjudicó la compañía de bandera argentina a la sociedad Air Comet (grupo Marsans) en octubre de 2001.

La salida de la suspensión de pagos será el paso previo a la cotización de la compañía en la Bolsa de Buenos Aires. Según Antonio Mata, “ya estamos trabajando con la Bolsa en la homologación de datos y en cuestiones relativas a la transparencia, por lo que esperamos estar cotizando en Buenos Aires en el primer trimestre o cuatrimestre de 2005”.

En cualquier caso, las palabras de Mata suponen prejuzgar tanto la decisión de la juez Norma Beatriz di Notto, que estudia la demanda por fraude en el concurso de acreedores, como la actitud del Gobierno argentino de Néstor Kirchner, quien ha impugnado las cuentas de la compañía correspondientes a los ejercicios 2002 y 2003, aunque, según Mata, esto no tiene importancia. Lo cierto es que si la jueza no declara inocente al Grupo Marsans del presunto concurso fraudulento de acreedores y si el Gobierno no retira sus impugnaciones, la salida a Bolsa no es posible.

El proyecto de Air Comet, que a través de la sociedad Interinvest detenta el 97,9% de Aerolíneas Argentinas, es desprenderse del 45% del capital de la compañía manteniendo la mayoría accionarial y su gestión y dando entrada a “un núcleo estable de accionistas”. “Primero queremos vender un 15% a un núcleo estable de accionistas, preferentemente grandes empresas con intereses y actividades en Argentina, que compartan con nosotros el acccionariado durante un tiempo determinado”, indicó Mata. “Una vez hecho esto, situaremos en Bolsa otro 30% del accionariado, que se hará a través de un banco colocador argentino que al tiempo tenga parte del capital”, añadió.