El primer ministro iraquí, Ibrahim Al Jaafari, afirmó hoy que la violencia sectaria desencadenada durante la última semana en Irak no hará descarrilar los esfuerzos de formar un Gobierno de unidad nacional.

Instó a la comunidad internacional a que ayude a Irak a sobrevivir la crisis
“Los incidentes en Irak y las actividades terroristas nunca afectarán negativamente al trabajo del Gobierno ni evitarán el éxito del proceso político”, advirtió Al Jaafari.

Los últimos acontecimientos violentos sucedidos en Irak provocaron un creciente miedo a que se desencadene una guerra civil en el país, peligro del que advirtieron la semana pasada las autoridades iraquíes tras el ataque a la Mezquita Dorada y la espiral de violencia sucedida tras el atentado.

“Los tristes incidentes que Irak observó en los últimos días fueron acciones terroristas deliberadas”, dijo Al Jaafari. “Los que viven fuera de Irak que no pueden aceptar el proceso en el país, los enemigos de Irak, han llevado a cabo acciones deliberadas y perjudiciales para preparar un terreno para un ambiente de inseguridad”, aseveró.

A pesar de las advertencias, el primer ministro iraquí insistió en que el ataque a la Mezquita Dorada “llevó a los ciudadanos a unirse como una piña”.

Asimismo, Al Jaafari aseveró que los iraquíes están conscientes de que la violencia fue “una instigación, conspiración y provocación para crear divisiones entre la gente”.

Por su parte, Erdogan expresó el temor de que la violencia sucedida en Irak podría traspasar las fronteras nacionales e incrementar la tensión en toda la región.

Además, horas antes del encuentro con Al Jaafari, Erdogan instó a la comunidad internacional a que ayude a Irak a sobrevivir la crisis y urgió a los líderes iraquíes a trabajar conjuntamente para formar un Gobierno de coalición que evitaría la supremacía de un único grupo al frente del poder.