Finalmente, y después de que fuese el Gobierno el que plantease este asunto, Jesús Caldera ha preferido que sean los agentes sociales los que articulen la negociación sobre el salario mínimo. Además, Caldera desmintió ayer la “dimisión fantasma” de su número dos.

El Gobierno ha preferido desentenderse de la negociación sobre la subida de la revisión del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), como demuestra que el ministro de Trabajo, Jesús Caldera, haya declarado que quiere mantenerse al margen del debate surgido en las últimas semanas.

Así, ha dejado la "patata caliente" de la negociación en manos de sindicatos y empresarios que deben discutir el mecanismo a establecer en el Estatuto de los Trabajadores para que este salario no pierda poder adquisitivo en el futuro.

El Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero va más allá e incluso abre la puerta a que finalmente el sistema no sea de caracter anual sino en periodos más amplios. Ante estas declaraciones los sindicatos han demostrado su descontento e insisten en que es el Gobierno quien debe aplicar el acuerdo que asumió.

Malestar sindical y patronal

Ante este anuncio, el sindicato Comisiones Obreras ha expresado su malestar, ya que entienden que también es responsabilidad del Ejecutivo y que no debe "ignorar sus funciones políticas". Así, el responsable de comunicación del sindicato, Fernando Lezcano, calificó de "poco edificante" que el ministro Jesús Caldera ignore sus funciones políticas y traslade a patronal y sindicatos una responsabilidad "que corresponde al Ejecutivo en exclusiva".

En la misma línea se ha manifestado el secretario de Acción Sindical de UGT, Antonio Ferrer, quién volvió a decir que por parte de los sindicatos las negociaciones ya están cerradas y que ahora le toca al Gobierno gestionar la fórmula por la que los trabajadores que perciban el SMI no pierdan poder adquisitivo.

Tampoco han caído muy bien las declaraciones del ministro Caldera en el sector empresarial, que defendería con uñas y dientes la no inclusión de la cláusula. De sus palabras se desprende que a pesar de que se ha dicho que la negociación sobre la cláusula está cerrada esto no es así aunque desde el Gobierno se diga que están de acuerdo en "el fondo y no en la forma".

Trabajo sólo gestionará el consenso

El ministro de Trabajo, Jesús Caldera reiteró hoy que Gobierno y agentes sociales comparten la "cuestión de fondo" de dotar al Salario Mínimo de una fórmula que impida que sus perceptores pierdan poder de compra. Pero insiste en que "deben discutirlo ellos". Según explicó, el Gobierno solo se encargará de gestionar con el consenso de todos un sistema que permita "quizás en periodos más amplios" para que no haya pérdida de poder adquisitivo.

El ministro también consideró lógico que tanto el vicepresidente económico, Pedro Solbes, como la CEOE tengan el temor de que la cláusula automática de revalorización del SMI pueda generar efectos negativos sobre la economía, aunque aseguró que eso no sucederá.