// CARTAS AL DIRECTOR

Sistema constitucional erosionado

Hemos pasado del pluralismo de partidos a los bloques absolutamente cerrados. Votar al PSOE es votar a ERC y a Bildu para muchas cosas. El Parlamento, por otra parte, languidece. En un sistema constitucional sano, el Congreso y el Senado sirven para deliberar, para debatir los proyectos de ley. Pero en nuestro Congreso ya no se debate casi nada, antes de empezar la tramitación es habitual saber cuál va a ser el resultado. Todo se aprueba con rapidez, sin poder reflexionar ni alegar argumentos que puedan desembocar en pactos. Todo es previsible. Y esto cuando no se utiliza el decreto. Sin instituciones sólidas, la convivencia se deteriora.

Jesús Martínez Madrid

Con la verdad por delante

Es un hecho que cualquier estado de derecho, al mismo tiempo que exige que los ciudadanos sean informados, requiere que se les informe con la verdad por delante. Es sabido que en política nadie cuenta todo, ni nadie se esfuerza demasiado por practicar la veracidad, pero lo que ocurre en la política de la España de hoy y más concretamente con las noticias cuantitativas o cualitativas que emanan del entorno de Sánchez, empieza a ser un verdadero fraude a los ciudadanos y un ataque frontal al estado de derecho.  

José Morales Martín, Palafrugell (Girona)

España y su baja estima

La baja estima que tenemos de nosotros mismos es una constante con raíces profundas. El problema, como se dice ahora, es de relato. Solemos contar nuestra historia minusvalorando nuestro pasado, salvo en momentos de exaltación nacionalista que han tenido un efecto contraproducente. Seguramente esta situación tiene que ver con la leyenda negra. Los humanistas italianos, alemanes y flamencos hicieron mucha propaganda antiespañola para enfrentarse al imperio de los Austrias. Después actuaron las potencias rivales, Inglaterra, Holanda y Francia, celosas de un imperio transcontinental. Y para remate, esa leyenda creció cuando los Estados Unidos se lanzaron a sustituir a España en América. Los éxitos de la propaganda extranjera no fueron respondidos desde España. Los españoles acabamos de asumir la leyenda negra tras el llamado desastre de 1898. Las élites intelectuales y políticas de entonces, en lugar de buscar en ellos mismos y en la historia las causas de la liquidación, optaron por explicar lo sucedido asegurando que nuestro país era diferente, o sea que era peor. Y sencillamente, no es verdad.

 

Juan García. Cáceres

Guerra sanguinaria y cruenta

En los años treinta del siglo pasado un dictador, Josef Stalin, condenó a muerte a 3,8 millones de ucranianos. El hambre mató a niños, jóvenes y adultos. Ucrania sufrió un genocidio calculado que tenía como fin último someter, cuando no exterminar, a una nación entera. El Papa Francisco, en su audiencia del último miércoles de noviembre, lo recordó. Ese mismo día, el Papa firmó una Carta para Ucrania. La guerra comenzó hace nueve meses. El tiempo durante el que transcurre la gestación humana. La vida que nace de un parto es muerte en el caso de la guerra. Los ucranianos han soportado más de nueve meses de guerra sanguinaria y cruenta en el que el mal se hace presente, día a día, en forma de decisiones políticas y militares cuyo objetivo final es la destrucción de vidas humanas.

Jesús Domingo Martínez 

Presupuestos del Estado: moneda de cambio

Con la aprobación de la Presupuestos no se trata solo de que se hayan aprobado unos Presupuestos alejados de la realidad económica, se trata de que el dinero de todos los españoles se ha convertido en moneda de cambio para apuntalar un proyecto destinado a acabar con la igualdad ante la ley y con la integridad territorial de España. Fortalecer a quienes quieren desmontar el Estado de Derecho y convertirles en cómplices necesarios de su proyecto tiene una clara dimensión moral y debiera tener un coste político para los socialistas. Aunque Sánchez piense que los votantes olvidarán lo ocurrido en el Congreso en el momento de ir a las urnas en las próximas elecciones, los efectos de este pacto van a perdurar en el tiempo. 

JD Mez Madrid, Olot (Girona)

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