Sistema constitucional erosionado
Hemos pasado del pluralismo de partidos a los bloques absolutamente cerrados. Votar al PSOE es votar a ERC y a Bildu para muchas cosas. El Parlamento, por otra parte, languidece. En un sistema constitucional sano, el Congreso y el Senado sirven para deliberar, para debatir los proyectos de ley. Pero en nuestro Congreso ya no se debate casi nada, antes de empezar la tramitación es habitual saber cuál va a ser el resultado. Todo se aprueba con rapidez, sin poder reflexionar ni alegar argumentos que puedan desembocar en pactos. Todo es previsible. Y esto cuando no se utiliza el decreto. Sin instituciones sólidas, la convivencia se deteriora.