En el Monasterio de Yuste se ha celebró un día del pasado octubre la entrega del Premio Europeo Carlos V. El galardón fue para la Canciller alemana, Angela Merkel. Recuerdo que hace quince años su mentor, Helmut Kohl, recibió ese mismo Premio y por la misma razón: su compromiso con Europa y con el proyecto de la Unión Europea.
La Canciller alemana dejará su puesto en cuanto se constituya el nuevo gobierno alemán. Nacida en la Alemania del Este y testigo privilegiado de la unificación tras el derrumbe del Muro de Berlín, Merkel ha servido a Europa como lo han hecho los grandes líderes alemanes desde Konrad Adenauer hasta nuestros días. Europa es para la tradición democristiana un santo y seña, un proyecto central e identitario. Y Merkel ha sido fiel a ese proyecto. El rey de España lo reconocía con su presencia y sus palabras, en las que destacaba su búsqueda del compromiso frente al enfrentamiento, al servicio de una Europa unida. El discurso de Merkel en Yuste lo ratificaba.