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Chile a tres años de la revuelta: el hechizo del octubrismo se ha difuminado

Las recurrentes disculpas por antiguas declaraciones o posteos en redes por parte de las actuales autoridades de Gobierno, se alza como la prueba más efectiva de que el hechizo del estallido social se ha difuminado.

Cualquier análisis político sobre el Chile de hoy debe necesariamente partir por una reflexión del 18 de octubre de 2019, fecha de inicio de la revuelta social que, en medio de un cuadro de violencia inédito desde el regreso a la democracia, se dio paso a masivos saqueos, incendios y un consistente intento de desestabilización del régimen democrático, a través de forzar la renuncia del Presidente Piñera.

Debemos tener conciencia que la fractura social generada a partir de octubre de 2019 nos
acompañará por un buen tiempo y por esa razón, a 1.096 días de esa fecha, resulta indispensable que aquellos actores políticos que con sus llamados incitaron a la destrucción, que solo en el caso del Metro le costó al país más de $380 millones de dólares (1), y justificaron la violencia, deben dar una explicación coherente, más allá de la solicitud de que sus dichos se entiendan en “un contexto”.

Es imposible olvidar el homenaje realizado en el antiguo Congreso Nacional a la “Primera Línea” por parte de senadores y diputados: estos son los primeros que deben reconocer su rol, ya sea activo, justificando la violencia, o pasivo, a través de sus silencios, en la erosión de las instituciones de un Estado democrático tales como el Poder Ejecutivo, el Poder Judicial, el Ministerio Público, el Instituto de DD.HH., las policías y las Fuerzas Armadas. El hechizo del octubrismo se ha difuminado y las frases incendiarias que se pronunciaron en ese contexto han envejecido mal.

A tres años del estallido, el reconocimiento de la irresponsable condescendencia con la violencia y, sobre todo, la ausencia de una oportuna condena, clara y nítida sigue pendiente por parte de las fuerzas de extrema izquierda, representadas por el Frente Amplio y el Partido Comunista. Especial mención se debe hacer a la Resolución del X Pleno del Comité Central del Partido Comunista realizado el 15 y 16 de octubre de este año, en donde revindican el octubrismo y reconocen que el levantamiento popular aún no termina, según declaran “las proyecciones del proceso de lucha política que se inicia en el estallido popular de octubre de 2019 y que están contenidas en el proyecto de la Convención Constitucional son un proyecto de una gran transformación democrática para el país” y agregan “el ciclo político iniciado con las luchas antineoliberales al comienzo de la transición política y que tiene su punto de inflexión con el 18 de octubre de 2019, con el levantamiento popular, que cristaliza en una ruptura constitucional y en la orientación transformadora de fuerzas sociales y políticas, aún no ha terminado”.

Adicionalmente, resulta incompresible que en estos días el ministro Giorgio Jackson justifique las declaraciones del ministro Nicolás Grau emitidas en octubre de 2020, con frases como “Pacos criminales y asesinos”, con la excusa de que “no vamos a renegar de nuestro pasado (…) es importante tener los contextos en consideración cuando se analiza lo que cada una de las personas dijo”. No existe contexto que justifique la violencia política y social, donde el resultado son la pérdida de vidas, lesiones permanentes, el debilitamiento de la institucionalidad democrática y la destrucción de la propiedad privada y pública.

El octubrismo es una moda en retirada de la cual, recién después del plebiscito del 4 de septiembre de 2022, buena parte de la izquierda ha decidido a arrancar de su legado.

Es necesario señalarle a las autoridades de gobierno que la forma de avanzar no radica en borrar tuits, pedir disculpas o relativizar los dichos a través de “los contextos”. El país requiere que valide en los hechos el uso legítimo de la fuerza por parte de las policías y esto se puede hacer de forma rápida, con medidas como avanzar en un cambio legal que establezca eximentes de responsabilidad en los casos en que las policías y gendarmería ejerzan sus funciones; a su vez aplicando sin complejos el Estado de Emergencia en el Sur de Chile; y asumiendo que con los recursos disponibles, Carabineros no podrá tomar control efectivo de la frontera terrestre en el norte del país, por lo que deberá perfeccionar la legislación vigente con medidas concretas para aumentar la capacidad preventiva y de control. Estas serían señales claras y nítidas respecto al verdadero cambio de los partidos de izquierda que apoyan al Gobierno para terminar con los ecos de octubre de 2019.

En esta edición, el Informe de Coyuntura Política, que mensualmente elabora el instituto chileno Libertad y Desarrollo, plantea  que a tres años de la revuelta, el hechizo del octubrismo se ha difuminado y las frases incendiarias que se pronunciaron en ese contexto han envejecido mal, a la vez que aborda las certezas, dudas y urgencias del actual momento político. Informe completo en este enlace.

Informe preparado por el Programa Política y Sociedad Civil, Libertad y Desarrollo.
Responsable: Rodrigo Ubilla rubilla@lyd.org

(1) Ocho condenados y un acusado por ataques y daños a 118 estaciones de Metro. El Mercurio. 18.10.2022 https://digital.elmercurio.com/2022/10/18/C/AU46H08F#zoom=page-width

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