Economía y Sociedad, Europa

CIPIE y la Cooperación Internacional

Ya desde el inició Cipie ha tenido una intensa preocupación por incentivar la Cooperación al Desarrollo entre España y América Latina y es que la pobreza era, y es, el gran enemigo de la democracia y las libertades.

Incorporábamos la Cooperación al Desarrollo entre nuestros objetivos. Europa se volcaba con proyectos en América Latina para contribuir a su prosperidad democrática al igual que hacía con España que era, además, actor permanente y privilegiado en la Región.
 
Cipie no ha sido ajena a los grandes cambios que se producían en el mundo en la década de los 90, a la aparición de vigorosos fenómenos provocados por una imparable globalización y a la extraordinaria revolución tecnológica que aún vivimos. También al decaimiento de algunas democracias latinoamericanas a partir del 2000, el resurgimiento de populismos con tintes totalitarios y el creciente protagonismo del Mundo Árabe en el concierto internacional. Todo ello ha tenido reflejo en nuestros estatutos y actividades.
 
La Fundación Cipie ha realizado 611 proyectos en 30 años, lo que supone una media anual de 20,3 proyectos y ha aplicado 103 millones de euros (3,4 millones anuales de media). Frente a lo que se suele considerar un proyecto no se realiza únicamente con aportes públicos o subvenciones. Las subvenciones públicas recibidas por Cipie han supuesto el 64 % de nuestros recursos totales pero cerca de 37 millones de euros, el 36 %, fueron aportados por nuestros socios locales o recursos propios provenientes de aportaciones y donaciones privadas. Buscar siempre la colaboración pública y privada para intentar asegurar el mejor desarrollo de nuestros proyectos y sobre todo su sostenibilidad futura ha sido siempre un objetivo fundamental de Cipie.
Si hemos de atender a los números Cipie es una fundación eminentemente de Cooperación Internacional pues 464 proyectos fueron realizados fuera de España. Integran nuestro programa de Cooperación y en él hemos aplicado 86,5 millones de euros. En este caso la distribución de recursos públicos y privados para la cooperación está aún más equilibrada. El 59 % de nuestros recursos tienen su origen en subvenciones públicas y el 41 % (34,7 millones) fueron aportados por nuestros socios locales o donantes privados.
Hemos trabajado en 27 países y aplicado en ellos 86,5 millones de euros. 168 entidades privadas fueron nuestros socios locales y esto no ha sido sólo una necesidad impuesta por los financiadores públicos (que también) sino igualmente una determinación de Cipie para contribuir al desarrollo y fortalecimiento de la sociedad civil en América Latina, de las Instituciones democráticas, de la democracia y la Paz. En América Latina hemos trabajado en: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Venezuela. La Fundación tiene una experiencia y conocimiento del entorno social, político y económico de América Latina de primera magnitud.
 
Las principales aportaciones de Cipie a Iberoamérica se han producido en el ámbito del desarrollo productivo, socioeconómico y empresarial (125 proyectos), el fortalecimiento institucional, de la sociedad civil y la democracia (123 proyectos) y la educación y la formación de emprendedores (105 proyectos). También nos hemos ocupado de las infraestructuras educativas y sanitarias (52 proyectos), el agua, el saneamiento y la salud (34 proyectos), la vivienda (16 proyectos) y la atención a desplazados, refugiados y ayuda humanitaria (9 proyectos).
 
Desde luego que las cifras de Cipie, si las comparamos con el conjunto de la cooperación española y europea en Iberoamérica e incluso con las de otras entidades no son muy significativas. Pero sí demuestran capacidad de gestión y experiencia muy notable y, sobre todo, una altísima eficacia en el cumplimiento de nuestros objetivos fundacionales. Siempre hemos mantenido, además, que la pobreza no se reduce por sí misma con la simple transferencia de recursos y que las políticas de cooperación deben medirse por la eficacia de sus resultados. La contribución de Cipie para fortalecer específicamente la democracia en las Instituciones y en la sociedad civil iberoamericana promoviendo, al tiempo, el desarrollo productivo, la educación y la formación, ha obtenido resultados palpables en la Región y especialmente en aquellos países en los que hemos trabajado con más intensidad.

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