El gobierno socialista dice que está cerrando el campo, que acoge a 6.500 inmigrantes, por razones humanitarias.

Miles de inmigrantes ilegalmente asentados en Calais, en el paso para acceder a Reino Unido, han comenzado a ser desalojados y reubicados en distintos lugares de Francia.

Los primeros autobuses partieron poco después de que los trabajadores comenzaran el desmantelamiento del campo comúnmente conocido como “La Jungla”. La Policía armada tuvo que hacer frente a varios grupos violentos que quemaron baños y tiraron piedras contra las fuerzas de seguridad como protesta por los planes de desmantelar el campamento. Tras estos choques se distribuyeron por todas las instalaciones y a lo largo y ancho del poblado para evitar más altercador y facilitar las labores de desalojo.

El gobierno socialista dice que está cerrando el campo, que acoge a 6.500 inmigrantes, por razones humanitarias. Planea reasentarlos en 450 centros repartidos por el país. El portavoz del Ministerio del Interior francés, Pierre-Henry Brandet, ha comentado que las autoridades no habían tenido necesidad de recurrir al uso de la fuerza y que la amplia presencia policial este lunes en el campamento era solo por razones de seguridad.

El destino de la gran mayoría de los presentes en el campo era alcanzar Reino Unido, que rechaza aceptarles basándose en la normativa europea por la cual es condición sine qua non que el inmigrante pida asilo en el primer país al que llegan dentro de la Unión Europea.

Procedimiento de reubicación

Trabajadores sociales asignados a la reubicación han repartido bolsas con provisiones básicas y folletos informativos que explican los procedimientos a los que tendrán que enfrentarse.

Los inmigrantes serán separados por familias, adultos, menos no acompañados y personas vulnerables, incluidos ancianos y mujeres solas. Serán enviados a centros de recepción donde recibirán atención médica y decidirán la petición de asilo si así lo consideran.

Las autoridades esperan que 60 autobuses salgan del campo durante el día de hoy. El Gobierno de Hollande cree que la evacuación durará al menos una semana.