La mejor defensa es un buen ataque. Jan Laporta compareció por fin y durante más dos horas contestó emocionalmente sobre el ‘caso Negreira’. Cargó contra el Real Madrid diciendo que es un club históricamente favorecido por los errores arbitrales, el club del régimen; durante 70 años, los que han designado a los árbitros han sido ex socios, ex jugadores, ex directivos… o todo a la vez, del Real Madrid. Pasó cuentas severas con Javier Tebas, presidente de La Liga, y reafirmó su compromiso con la Superliga europeas aunque sea ir de la mano de Florentino Pérez. No puso a disposición la información contenida en las cuatro cajas que le acompañaron en la rueda de prensa y nadie pareció interesarse por ellas.
Eran las conclusiones de la auditoría externa encargada por el FC Barcelona y en las que se encuentran 629 informes y 43 CD’s en los años 2014-2018. Habrá que verlos. Informa Laporta que no hay delito, no hay caso y que todo es una campaña orquestada a causa del periodo más exitoso del Barça. Ha puesto 20 demandas a periodistas y medios.
Queda pendiente el juicio interpuesto por la fiscalía y al que el Madrid se ha personado. La UEFA, Luis Rubiales y José Manuel Franco, presidente del Consejo Superior de Deportes, han sido más cautos y no se han unido al coro mediático contra Laporta.
La pregunta clave es si tiene sentido entregar 7,3 millones de euros a un ex vicepresidente de los árbitros, Enríquez Negreira e hijo, por unos informes que supuestamente no condicionaron los resultados. Si así fuere, el precio es demasiado alto. El compromiso de Joan Laporta de “defender a la entidad hasta la última gota de nuestra sangre por el Barça”, me pareció una metáfora poética.
Publicado en Mundo Deportivo el 18 de abril de 2023