Muy cerca de la sede del Ministerio de Interior de Afganistán y en una zona donde se concentran muchos edificios oficiales, ha estallado un coche-bomba frente a la embajada de la India. El atentado se ha cobrado la vida de al menos doce personas y ha dejado heridas a otras 83.

 

El terrorista suicida pudo acceder sin problemas hasta la embajada a pesar de que en la zona, conocida como Shar-e-now, se mantiene un estricto control de seguridad porque en julio del año pasado ya se registró otro atentado terrorista. Esa misma embajada fue objetivo de los terroristas, el más mortífero atentado en los ocho años que lleva la guerra. Murieron 58 personas, entre ellas dos diplomáticos indios. Otras 141 resultaron heridas. La mayoría de las pocas tiendas que se encontraban allí han cerrado.

 

La explosión de este jueves ha sido tan potente que destruyó buena parte de los grandes bloques de cemento que protegen la embajada y al resto de los edificios oficiales. Los pocos negocios que permanecían abiertos en la calle del atentado han quedado destrozados. Un gran cráter dejó el coche-bomba.

 

Los heridos y las víctimas mortales han sido trasladados a los hospitales cercanos en taxis y vehículos particulares ante la escasez de ambulancias en Kabul. Varios turismos y un minibús con personas dentro quedaron muy dañados.La violencia ha alcanzado en Afganistán sus niveles más altos desde que comenzase el conflicto, hace ya más de ocho daños. Los terroristas talibanes han extendido los ataques a zonas anteriormente seguras y han aumentado sus acciones contra las tropas militares extranjeras, que suman más de cien mil efectivos.