Buscará el crecimiento con adquisiciones de bancos, la mejora de las cifras de actividad y la recurrencia de los resultados en las divisiones básicas del negocio.

GENERANDO NUEVAS IDEAS
En el mundo de la banca y de las finanzas nada es gratuito. Por su propia razón de ser, cualquier actividad que un banco ponga en marcha tiene el único fin de ser rentable. Esto, que es evidente para cualquier producto financiero, también lo es para actividades de imagen, de publicidad y de tipo social: o son rentables para los accionistas (a corto o medio plazo) o no son interesantes.

La banca es extremadamente sensible a la imagen. El peligro de lanzar sospechas sobre la rentabilidad de cualquier entidad financiera es extremo. Pero en el lado contrario, la ´buena imagen´ atrae clientes y, por tanto, beneficios, independientemente de la solidez de esa imagen.

En este sentido, el Grupo Santander abrió la caja de Pandora de las fusiones transfronterizas con el lanzamiento de una oferta de compra sobre Abbey National, que ha puesto en guardia a la banca europea y está obligando a las entidades a definir el papel que desean ocupar en el mapa financiero internacional.

No se debe ver como casual, por tanto, que el BBVA declare su intención de “salir del pelotón” y convertirse en “una de las entidades de referencia en el panorama bancario mundial”. Para conseguirlo, prevé crecer mediante compras de otros bancos y también con mayores incrementos de sus volúmenes de negocio.

Así se lo explicaron el presidente y el consejero delegado del grupo, Francisco González y José Ignacio Goirigolzarri, a 200 directivos del área de Banca Comercial en España, a los que pidieron que realicen en lo que resta de año “un trabajo duro para alcanzar y, si es posible, superar, las metas de 2004 y poner así las bases para un año 2005 extraordinario”.

En un comunicado del BBVA, González explicó que el crecimiento se logrará con adquisiciones como las del mexicano Bancomer y “mejorando nuestras cifras de actividad y la recurrencia de nuestros resultados en todas las divisiones fundamentales del negocio”.

Entre ellas, destacó la aportación de la banca minorista en España, que -dijo- “está desempeñando un papel de primera línea con un fuerte dinamismo en la oferta de soluciones innovadoras y rentables”.

González se mostró “seguro y optimista” con los resultados de este área en el primer semestre del año -aumentaron los créditos un 17,5 por ciento y los recursos un 8,9 por ciento-, pero pidió más esfuerzo para lo que resta de ejercicio, porque es un periodo “decisivo” para lograr los objetivos y “sostener de cara a 2005 esta dinámica de crecimiento”.

Una evolución positiva

En la clausura de la convención, José Ignacio Goirigolzarri se mostró satisfecho con la evolución del grupo en los últimos años, porque “hemos sido capaces de hacer frente a todos los retos que se nos han ido planteando”.

El consejero delegado hizo referencia a la “excelente” evolución de los resultados en el primer semestre -los beneficios crecieron un 16,1 por ciento- y destacó que este comportamiento “no es fruto del azar sino que se enmarca dentro del plan de crecimiento que pusimos en marcha en enero de 2002”.

Goirigolzarri, que insistió en pedir un esfuerzo para superar las previsiones de los analistas, aseguró que para generar una dinámica de crecimiento rentable es necesario, a corto plazo, presentar buenos resultados y, en el medio y largo plazo, generar nuevas ideas y fuentes de negocio.

El área de Banco Comercial, integrada dentro de Banca Minorista en España y Portugal, genera un 32 por ciento del margen de explotación del grupo y el 35 por ciento del beneficio atribuido.

Durante el primer semestre, Banca Minorista en España y Portugal elevó a 12.605 millones de euros su volumen de actividad en créditos y recursos, el doble que el ejercicio anterior, cuando ascendió a 6.248 millones.