El precio del barril tipo Brent, de referencia en Europa, ha alcanzado en los últimos días un nuevo máximo
histórico al cotizar por encima de los 50 dólares el barril.

Crisis del petróleo
Entre el conjunto de factores que están impulsando esta vertiginosa subida hay
que distinguir los puramente estructurales (es decir, la capacidad de la oferta
de crudo para adaptarse a la demanda) y los denominados coyunturales o
especulativos (que están añadiendo al precio una prima de riesgo cada vez más
significativa).

Entre los primeros cabe destacar un crecimiento de la
demanda global mayor de lo esperado, especialmente por parte de China e India
que en 2004 van a aumentar, según estimaciones de la Agencia Internacional de la
Energía (AIE), su demanda en cerca de 1 millón de b/d. Además, como consecuencia
de las insuficientes inversiones realizadas durante los años de precios bajos,
la situación en la industria de refino y distribución de los principales países
consumidores de crudo está provocando importantes cuellos de botella en el
sistema.

Junto a estos motivos, el precio del petróleo sigue recogiendo
una serie de incertidumbres geopolíticas que están reduciendo de forma puntual
la oferta, tales como la pérdida de cerca de 500.000 b/d fruto de los huracanes
que asolaron el Golfo de México, los continuos sabotajes en Iraq, la huelga en
Nigeria o la crisis de la petrolera rusa Yukos.

Todo ello ha contribuido
a acrecentar el temor a que el mantenimiento de los precios del petróleo en sus
niveles actuales pueda ser una situación menos pasajera de lo que en un
principio se había previsto (el Departamento de Energía norteamericano prevé un
precio en 2005 en el rango de 40$-45$/b), con el consiguiente efecto perjudicial
sobre la recuperación económica y la evolución de los precios en países, como es
el caso de España, más dependiente de la energía procedente del exterior.