La ausencia de una industria literaria propiamente dicha ahoga la creatividad latente en Centroamérica. Esta es una de las principales conclusiones del evento.

FERIA DEL LIBRO DE CENTROAMÉRICA
Existe un crecimiento acelerado de la producción literaria en Centroamérica, pero se necesita más integración para desarrollar el mercado interno y alcanzar mayores niveles de calidad. Esta es una de las principales conclusiones a las que llegaron los escritores reunidos en un panel celebrado en el VIII Feria Internacional del Libro en Centroamérica (Filcen) que tiene lugar en Tegucigalpa.

El evento, que se clausurará mañana sábado, tiene como país invitado a España. La Feria tiene carácter itinerante, ya que se celebra cada año en un país centroamericano. Su propósito principal es promover y fomentar el libro y la lectura, mediante la búsqueda de mecanismos para la libre circulación del libro y la integración cultural de los pueblos centroamericanos.

El encuentro de este año ha congregado a escritores, editores y distribuidores tanto de la región centroamericana como de España, México, Cuba, Colombia, Perú y Venezuela.

Los expertos aseguraron que en todos estos países existe una verdadera ebullición de nuevos escritores que buscan abrirse paso entre la densa oferta literaria que llega respaldada por sellos editoriales españoles y de otros países europeos que inunda el mercado. El escritor salvadoreño Manlio Argueta ejemplificó la situación explicando que 62 novelas de autores nacionales han participado en un certamen literario celebrado este año en El Salvador. En el país, a lo largo de su historia literaria del siglo XX, se han publicado apenas unas 20 novelas.

Un fenómeno similar ocurre en Panamá, Costa Rica, Honduras y Guatemala, donde el número de obras literarias que se produce anualmente crece.

Sin embargo, los participantes señalaron el ansia de crecimiento de los escritores centroamericanos no se está correspondiendo totalmente con el desarrollo de la industria editorial y del mercado local del libro, por lo que es urgente cambiar la concepción actual y adoptar nuevas estrategias.

Tanto escritores como editores señalaron que es urgente una integración de todos los actores en el proceso de producción del libro en Centroamérica, a fin de atravesar las estrechas fronteras nacionales y constituir un mercado regional, de casi 40 millones de personas.