Finalmente una de las cenicientas del campeonato ha conseguido el título imponiéndose, por segunda vez desde que comenzó la Eurocopa, al anfitrión.

CAMPEÓN DE LA EUROCOPA
Fue el triunfo del fútbol práctico, de las jugadas de estrategia, del trabajo
planificado y de equipo. Ayer Grecia sorprendió de nuevo, como viene haciendo
desde que se inició la Eurocopa, al coronarse campeón.

Los griegos,
dirigidos por Otto Rehhagel, un alemán de 62 años que llegó a la selección en
2001, lograron el triunfo con un juego efectivo en defensa y contundente en el
ataque. El gol concretado por Angelos Charisteas en el minuto 57 fue suficiente
para el triunfo, ya que los esfuerzos de los portugueses por empatar siempre
fueron bloqueados por una firme y ordenada defensa, en la que Traianos Dellas y
el portero Antonios Nikopolidis destacaron por su orden y seguridad.


Rehhagel planificó bien el partido y cortó las salidas de Deco y Luis
Figo, las principales armas del ataque luso. Los locales mejoraron con la
entrada del milanista Rui Costa, en su último partido con la Selección, pero ni
siquiera con este revulsivo cambiaron las cosas.

Tras el partido, la
locura helénica se extendió por el campo y, por supuesto, por las calles de
Atenas, donde miles de coches se lanzaron a la calle para recorrer el centro de
la capital y dirigirse luego hacia la plaza Omonia, lugar habitual de
celebraciones deportivas.

Antes de este logro, la selección griega no
había ganado ningún partido en dos participaciones en torneos mayores (la
Eurocopa de 1980 y el Mundial del 94). Además, ayer se convirtió en el tercer
equipo que logra ganar una final a una selección anfitriona en un torneo mayor.
Lo hizo Uruguay en el Mundial de Brasil 50 y los cariocas en 1958 a Suecia.