Europa

El secuestro árabe de los musulmanes bosnios

Un académico musulmán bosnio me dijo que el tema es simple: islam árabe contra islam no árabe. Al igual que fue el caso bajo el comunismo yugoslavo, solamente la élite petulante, oportunista, ególatra y superficial de burócratas e intelectuales vacuos está dispuesta a vender al islam bosnio a cambio de privilegios y posición.


En dos columnas recientes para FSM, el antídoto de los grandes medios, describía el reciente giro pro-árabe por parte del clérigo líder de los musulmanes bosnios Mustafá Ceric, que la semana pasada visitaba Washington con el fin de explayarse acerca de "el arte de la tolerancia".

Los musulmanes bosnios y los amigos del islam bosnio están alarmados ante el súbito abandono por parte de Ceric de su objetivo declarado – convertir a los musulmanes de Bosnia Herzegovina en un modelo de comunidad islámica europea moderada y originaria. Tal islam sería capaz de encabezar a los musulmanes del continente, inmigrantes muchos de ellos, hacia el respeto mutuo con los fieles de otras religiones y la lealtad legítima hacia las autoridades no musulmanas que gobiernan la mayor parte del mismo.

Algunos de nosotros imaginamos que Ceric utilizaría una conferencia en el Woodrow Wilson International Center for Scholars de la capital americana para discutir las elecciones de la historia inter-religiosa bosnia – incluyendo la ejemplar historia de la cooperación entre musulmanes bosnios y judíos bosnios documentada en mi libro de 2005 La Rosa de Sarajevo. Pero no lo hizo. En su lugar, se entregó a un discurso casposo, mezquino e insultante sin contenido ninguno. Revisó la historia del intelecto humano desde los griegos en adelante, elucidando puntualmente citas que podrían haber sido, y probablemente fueron, tomadas de un diccionario de citas históricas. Todas sus declaraciones reafirmaron de manera insípida la necesidad de tolerancia y entendimiento, como si estuviera describiendo distintas formaciones de nubes un día de verano.

La conferencia de Ceric sobre tolerancia no habría hecho justicia a un ejercicio de bachillerato. Mencionó orgullosamente, como si tuviera el más ligero significado, su aparición no hace mucho en Davos, la industria de conversaciones vacías de los elementos más narcisistas de la élite empresarial, política y ociosa de Occidente. Un periodista europeo que había cubierto el foro de Davos en cinco ocasiones me dijo que los comentarios de Ceric fueron el típico discurso Davos, completamente carente de contenido. Pero Ceric también participó de un estilo familiar para cualquiera que haya dedicado tiempo a cualquier país comunista, como la Yugoslavia de la que Bosnia-Herzegovina formó parte en tiempos. Leyó el discurso estándar Partido Comunista-Congreso, compuesto de retórica sin ningún significado.

En el breve tiempo de preguntas, al cual Ceric parecía dirigirse en picado a juzgar por sus declamaciones sin final, el clérigo jefe bosnio fue preguntado amablemente acerca de la infiltración en los Balcanes de los violentos wahabíes, agentes de la secta islámica oficial ultra fundamentalista de Arabia Saudí que inspira a al-Qaida. También se le preguntó por los comentarios que hizo el año pasado acerca del carácter europeo del islam bosnio. Ceric se puso nervioso obviamente y reaccionó a las preguntas acerca del wahabismo con un rictus inquieto y sonrojado.

Aludió al "presunto wahabismo", protestó incoherentemente porque la cuestión le molestaba, acusó a sus críticos de afirmar que todos los musulmanes bosnios son wahabíes, argumentó que todo el tema es un pretexto para una nueva guerra contra Bosnia, desechó a los wahabíes como "mosquitos", y anunció que el wahabismo es una invención occidental. Y eso es solamente la mitad. El resto fue charlatanería confusa y desorientada. Una mujer saudí presente se enfureció por la alusión exclusiva de Ceric de "presunto" al wahabismo, pero se le impidió hacer preguntas. Yo, que conste, nunca he argumentado que ninguno aparte de un puñado de musulmanes bosnios sean wahabíes, y he defendido durante dos décadas la causa de Bosnia. Simultáneamente con su visita a Washington, que no hizo justicia a los musulmanes de los Balcanes, quedó claro el motivo de que Ceric haya realizado este cambio de una postura europea a una postura pro-árabe. Dos días antes de su llegada a los Estados Unidos, Sarajevo fue el anfitrión rotatorio de la insidia religiosa fundamentalista sunní con el nombre ultrajante en cierto sentido de Consejo Europeo de Fatwas e Investigación (ECFR).

El ECFR está encabezado por un clérigo qatarí, Yusuf Al-Qaradawi, al que se ha prohibido la entrada en Estados Unidos. Al-Qaradawi simula ser moderado, pero apoya el terrorismo suicida. El ECFR afirma ser una entidad legal que representa a los musulmanes europeos, pero Ceric ha sido su único miembro originario de Europa. Al-Qaradawi ciertamente no es europeo, incluso si el ECFR se encuentra radicado extrañamente en Dublín. Al-Qaradawi es descrito con frecuencia como guía espiritual de la Hermandad Musulmana egipcia fundamentalista.

El ECFR ha dado cabida a 33 miembros, saudíes cuatro de ellos, aunque unos cuantos saudíes residen en Europa – el resto, al margen de Ceric, comprende 12 de países africanos y árabes, mas Pakistán, mientras que los demás representan a comunidades inmigrantes, árabes principalmente, en Europa Occidental. Solamente Rusia tiene más musulmanes que muchos estados árabes, y no tiene representación.

Los miembros del ECFR, al parecer, están descontentos con las afirmaciones de que quieren usar a los bosnios para impulsar su agenda radical. La página web www.islamonline.com difundía las declaraciones del jeque Husain Halawa, actual secretario general del ECFR: "El secretario general del ECFR negó las acusaciones de que la organización esté secuestrada por árabes hasta el punto de alienar a algunos musulmanes europeos". Pero puesto que él se encuentra entre los secuestradores, ¿por qué iba a admitir la verdad?

La realidad de la situación quedaba plasmada nada menos que por el clérigo saudí Salman al-Awda, un racista wahabí conocido en el reino del desierto por su apoyo a Usama ibn Ladin y al terrorismo suní en Irak. Durante la visita social del ECFR a Sarajevo, según su página web www.Islamtoday.net, Al-Awda visitó Bosnia. En un ejemplo bastante sorprendente de trucos bosnios – un fenómeno tan antiguo como las colinas de Bosnia – a Al-Awda se le impidió predicar en una madraza de Tuzla, una ciudad que resulta ser conocida por sus tercas simpatías socialistas (y por tanto ultra seculares), y la ubicación de una base militar norteamericana. Al-Awda vino para aleccionar a los bosnios, europeos originarios, acerca de cómo ser musulmán al estilo beduino. Desafortunadamente fue presentado por el muftí de Tuzla, Hussein Kazazovic.

La colonización árabe de una comunidad islámica auténticamente europea de los Balcanes sería trágica y sin duda conduciría a terrorismo y represalias. Si existe un destello de esperanza en esta imagen deprimente es que a la nata y la crema de los intelectuales musulmanes bosnios, así como al musulmán común que reside en aldeas y asiste a la mezquita local, les repugnan los tránsfugas y harán todo lo posible por plantarles cara.

Un académico musulmán bosnio me dijo que el tema es simple: islam árabe contra islam no árabe. Al igual que fue el caso bajo el comunismo yugoslavo, solamente la élite petulante, oportunista, ególatra y superficial de burócratas e intelectuales vacuos está dispuesta a vender al islam bosnio a cambio de privilegios y posición. Pero al igual que fue el caso con el comunismo, ellos y sus amos extranjeros tienen que ser derrotados.

STEPHEN SCHWARTZ (Suleiman Ahmed Schwartz) es Director Ejecutivo y fundador del Centro del Pluralismo Islámico de Washington, la principal institución islámica moderada del planeta, y es autor de varios libros, entre los que destaca el bestseller "Las dos caras del islam: fundamentalismo saudí y su papel en el terrorismo" (Doubleday).

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