Parecía que esta vez era la buena: el combinado gustaba a casi todos, las alineaciones también y el planteamiento era ofensivo, pero algo volvió a fallar.

NUEVA DECEPCIÓN
Esta vez no hubo ocasión ni de lamentarse de “la maldición de los cuartos” que
persigue a España en las últimas fases finales de mundiales y eurocopas. En esta
oportunidad, la decepción ha llegado a las primeras de cambio. La mala suerte de
que Portugal perdiera su primer partido ante Grecia hacía que los anfitriones se
vieran obligados a forzar la máquina al máximo para no verse en la tesitura de
verse apeados tan pronto del campeonato que organizan.

El caso es que
España empezó dominada por una Portugal a cien por hora y acabó dominando. Un
gol de Nuno Gomes en el arranque de la segunda parte acabó con un sueño que, en
principio, parecía muy a mano: al combinado español le bastaba el empate para
clasificarse.

Desde ese momento España se fue arriba para buscar el
empate y llegó a encerrar a los anfitriones durante varios minutos, pero los
delanteros de la selección no acertaron en el área. El balón se estrelló en los
palos de la portería de Ricardo dos veces, la primera en un tiro de Fernando
Torres que dio en el poste izquierdo y la segunda en un cabezazo de Juanito al
larguero.

A pesar del resultado, el seleccionador español, Iñaki Sáez,
se mostró satisfecho con el juego del equipo. En declaraciones a Televisión
Española afirmó que “hemos jugado bien en la primera parte, hemos controlado el
juego y ellos han puesto más ardor. Después del gol ha habido un aluvión de
jugadas en las que hemos tenido ocasiones, pero no las hemos marcado”.


Portugal se clasifica como primera de grupo con seis puntos. Detrás
quedan Grecia y España empatados a cuatro. España ocupa el tercer lugar porque,
aunque la diferencia entre goles marcados y encajados es la misma que la de los
griegos, éstos tienen más goles a favor.