La eléctrica asume una reducción de las emisiones de gases contaminantes sin poner en riesgo la garantía de suministro y sin provocar una subida de las tarifas.

ELÉCTRICAS
Iberdrola, la segunda eléctrica española, redujo el año pasado un 35 por ciento
las emisiones de gases de efecto invernadero de sus instalaciones, que pasaron
de 13,54 millones de toneladas en 2002 a 8,81 millones de toneladas en 2003,
según informó la empresa.

Esta reducción se ha debido, según Iberdrola,
al aumento de la generación eléctrica mediante energías limpias,
fundamentalmente centrales hidráulicas, ciclos combinados y renovables, que han
desplazado a las plantas térmicas, más contaminantes.

La propuesta de la
compañía aboga por disminuir la producción de las centrales de fuel y carbón
importado (garantizando la producción con carbón nacional) y aumentar la
generación con ciclos combinados, que emiten un 60 por ciento menos de CO2, y
energías renovables, básicamente con parques eólicos.

El sector cuenta
con la tecnología suficiente para asumir una reducción de las emisiones de gases
contaminantes sin poner en riesgo la garantía de suministro y sin provocar una
subida de las tarifas.

En la actualidad, Iberdrola ya gestiona ciclos
combinados con una potencia de 2.400 MW en España (Castellón, Bahía de Bizkaia
Electricidad, Castejón y Tarragona). A lo largo de este año, aportará otros
2.000 MW de potencia al sistema eléctrico nacional mediante 1.200 MW de ciclos
combinados y 800 MW provenientes de 28 nuevos parques eólicos.

En cuanto
al negocio renovable, Iberdrola espera cerrar el año con una potencia operativa
estimada de más de 3.100 MW –al final del primer trimestre ya contaba con 2.465
MW–, de los que 2.800 MW corresponderán a parques eólicos y 300 MW a
minihidráulicas.

Así, la propuesta de la compañía para la elaboración
del Plan Nacional de Asignación (PNA) de emisiones, que el Gobierno debe
presentar a Bruselas antes de agosto, aboga por disminuir la producción de las
centrales de carbón importado (garantizando la producción con carbón nacional) y
fuel, y aumentar la generación con ciclos combinados a gas y energías
renovables, sobre todo parques eólicos.

La eléctrica prevé tener más de
5.600 MW de potencia instalada en nuevas plantas de ciclo combinado en 2008.
Hasta 2005, pretende poner en marcha un total de 4.000 MW de potencia. Dos años
más tarde, dispondrá de otros 1.600 MW mediante instalaciones de generación que
emplean gas natural.

Asimismo, la Compañía dispone de proyectos en este
área en Brasil, México, Francia, Reino Unido y Portugal.

ENERGÍAS RENOVABLES

En el primer trimestre de
este año, Iberdrola tenía una potencia instalada en energías renovables de 2.465
MW, tras poner en marcha 208 MW de nueva capacidad, con un incremento del 52%
respecto a los tres primeros meses de 2003. La empresa quiere cerrar el
ejercicio con una potencia operativa estimada de más de 3.100 MW, de los que
2.800 MW corresponderán a parques eólicos y 300 MW a minihidráulicas.

El
parque de generación renovable de la compañía está presente en la actualidad en
doce comunidades autónomas, en concreto, en Castilla-La Mancha, Galicia,
Castilla y León, La Rioja, Aragón, Comunidad Valenciana, País Vasco, Navarra,
Murcia, Cantabria, Extremadura y Madrid.

Por otra parte, Iberdrola se ha
convertido en la primera compañía del mundo que logra de forma conjunta el
certificado de gestión medioambiental de Aenor para 40 parques eólicos, que
suman 1.313 megavatios (MW) de potencia instalada, lo que representa el 53 por
ciento de la capacidad total de la empresa en energías renovables. En concreto,
el sistema de gestión medioambiental implantado por la empresa cumple con la
norma ISO 14001 para la actividad de generación de energía eléctrica en 40
parques eólicos, de los que 23 se ubican en Castilla-La Mancha, trece en Galicia
y cuatro en Aragón.

Después de los parques eólicos, Iberdrola tiene en
proyecto de certificación para este año el ciclo combinado de Castejón
(Navarra), todas las unidades polivalentes locales de distribución, el edificio
corporativo de Madrid, la escuela de San Agustín de Guadalix (Madrid) y el
edificio de la empresa en Larraskitu (Bilbao), entre otras instalaciones. La
empresa prevé tener certificada toda su producción a finales de este año.