El País lo define como “el heredero” para explicar que, aunque con Hu Jintao han mejorado las relaciones entre China y Estados Unidos, no lo han hecho ni en el modo ni en la manera que cabría esperarse. La Razón define a Xi Jinping como “el príncipe rojo”, puntualizando que existen esperanzas de que con él mejoren las relaciones entre China y Occidente puesto que pertenece al “ala liberal” del Partido Comunista.

 

La agenda de reuniones será completa: primero le recibirá Joe Biden y más tarde dialogará con Hillary Clinton y con Obama y, ante la importancia que Estados Unidos viene concediendo al escenario de Asia Pacífico, él declaró que “el vasto océano Pacífico cuenta con espacio de sobra para China y Estados Unidos. Damos la bienvenida a un papel constructivo de Estados Unidos para promover la paz, la estabilidad y la prosperidad en la región” (La Vanguardia).

 

Asimismo, para el político chino, Asia no desea que se produzca un despliegue militar y lo explicó del siguiente modo: “en un momento en que los pueblos aspiran a la paz, la estabilidad y el desarrollo, conferir deliberadamente más importancia a los programas militares no es realmente lo que espera la mayoría de los países de la región” (El Universal).

 

Sin embargo, para el especialista en asuntos chinos Cheng Xiaohe para quien no cree que de este encuentro con Obama salga algo realmente importante puesto que Xi Jinping no es una figura relevante en los asuntos exteriores por lo cual “se hablará de los temas de siempre: los Derechos Humanos, la economía, la seguridad en Asia Pacífico y la península coreana”. En este sentido, se han producido protestas de activistas pro-tibetanos que no han tenido una excesiva repercusión.

 

Frente a las críticas que está recibiendo de algunos de los candidatos en la carrera republicana como Mitt Romney (que fue contundente cuando juzgó la situación de los Derechos Humanos en China), Xi Jinping optó por un tono distendido en la entrevista que concedió a The Washington Post, explicando que de sus anteriores viajes a Estados Unidos le habían impresionado la hospitalidad y los avances tecnológicos que vio en la sociedad americana (La Razón). China, como explica El Nuevo Herald, y su rol de gran rival económico de Estados Unidos, viene teniendo elevadas dosis de protagonismo en las primarias republicanas.

 

 

 

Hay varios temas, además de los de carácter estrictamente económico, en la reunión con mantendrá con Obama, brillando con luz propia la situación de Siria y el veto reiterado que China viene llevando a cabo en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

 

En efecto, la ONU ha lamentado la falta de acción que se viene produciendo y que en última instancia está provocando que incremente el sufrimiento de la población civil siria, aumentando los arrestos arbitrarios, la desaparición forzada y la violencia sexual (ABC). La conclusión es clara: el régimen de Al Assad ha multiplicado la violencia en los últimos días, algo que Hillary Clinton ha condenado, señalando que el único y gran objetivo de los opositores sirios es la transición pacífica hacia la democracia. Como estrategia, Washington busca el aislamiento de Damasco, mientras que Turquía opta por aumentar la presión diplomática (El Mundo).