Universal vende a La Caixa su participación del 37%, en el parque y en los hoteles; se mantiene el uso de su logo durante diez años por un 1,5% de las ventas anuales.

UNIVERSAL DEJA EL ACCIONARIADO
El pasado año, Port Aventura cerró el ejercicio con una afluencia de más de 3,5
millones de visitantes, lo que supone el mayor éxito de entre los parques que
operan en España, y ha sido consecuencia de un crecimiento interanual promedio
del 5,9% desde 1998, año en el que Universal Port Aventura recibió a 2,6
millones de visitantes.

En el mismo sentido, las ventas totales del
parque, superaron los 108 millones de euros, con crecimientos interanuales desde
1998 del 6,3%. De esta manera, el Ebitda del parque alcanzó, en 2003, un total
de 20,2 millones de euros, con crecimientos interanuales promedios del 1,3%
desde 1998.

La Caixa ha aumentado su participación en Universal Port
Aventura hasta un 80%. La compañía NBC, accionista de Universal Studios, ha
acordado con la Caixa la venta de su participación del 37%, tanto en el parque
como en los hoteles.

Con esta operación, la caja pasa a ser el
accionista mayoritario de Universal Port Aventura, el único resort de ocio de
Universal Studios en Europa que comprende el parque temático Port Aventura, el
parque acuático Costa Caribe y los complejos hoteleros Hotel Caribe Resort, El
Paso y Port Aventura, con una oferta global de 1.500 habitaciones. La Caixa
prevé construir tres campos de golf, 2.400 viviendas y hasta ocho hoteles.


El accionariado de la nueva sociedad estará compuesto por La Caixa con
el 80,04%; Abertis, el 6,3% y Anheuser Busch, el 13,6%. En los acuerdos
suscritos entre NBC y la Caixa, se mantiene el contrato de licencia Universal
para parques temáticos, incluyendo en el mismo la explotación de la marca, el
´merchandising´ y la experiencia y tecnología que el operador norteamericano
tiene en su reconocida calidad de líder de la oferta lúdica internacional.


La situación en el resto de parques
temáticos

El negocio de los parques temáticos en España no ha
conseguido ofrecer los resultados que esperaban los inversores. Varios años
después de la apertura de los cuatro grandes complejos –Port Aventura, Isla
Mágica, Terra Mítica y Warner–, ninguno ha logrado ganar dinero y las
perspectivas que ofrecen no permiten ser muy optimistas.

Port Aventura,
el complejo más veterano –se inauguró en 1995–, perdió en 2002 un total de 4,9
millones de euros, una cifra que parece un logro si se comprara con el parque de
la Warner en Madrid, que perdió 32 millones. Isla Mágica, en Sevilla, presentó
unos números rojos de 4,5 millones y Terra Mítica, en Alicante, está en
suspensión de pagos. Varios factores han provocado esta situación. Para empezar,
ninguno de los parques ha logrado los objetivos de clientes previstos a la hora
de diseñar el plan de negocio.

Warner tuvo 1,1 millones de visitantes en
2003, lejos de los tres millones proyectados, mientras que Isla Mágica nunca ha
estado cerca de los dos millones de clientes previstos el primer año de
actividad. Este déficit en los ingresos ha sido un lastre para los complejos,
que han visto como las altas inversiones realizadas en las atracciones no podían
ser amortizadas en los plazos previstos. La excesiva dependencia de atracciones
muy costosas, como montañas rusas de gran tamaño, ha sido criticada por muchos
expertos, que consideran que al público se le puede atraer con sensaciones más
sutiles y, sobre todo, más baratas.

Los tradicionales altos precios de
las entradas y el complejo accionariado, con presencia de cajas y gobiernos
autonómicos, han dificultado la gestión de estos centros. Los parques aseguran
que todo es cuestión de tiempo porque los españoles no tienen cultura de acudir
a este tipo de complejos. En lo que todos están de acuerdo es que cuando para un
español acudir a uno de estos complejos sea una cuestión de verdadera necesidad
–como ha logrado hacer Disney con sus centros de ocio– el negocio será un éxito.