Antes de su saqueo, el Museo de Bagdad poseía una colección única de casi cien mil piezas. Ahora la Unesco propone medidas para salvar lo que quede.

CULTURA
En los últimos años, la Unesco ha contribuido a la rehabilitación del patrimonio
cultural en varios países y regiones que salían de situaciones de conflicto,
entre ellos Afganistán (que cuenta también con un Comité Internacional de
Coordinación), el Sudeste de Europa, Chipre, Camboya y Timor-Oriental.

Se
calcula que Irak posee más de 10.000 sitios arqueológicos, aunque sólo la
séptima parte se han estudiado, testimonio de la grandeza de las civilizaciones
que se sucedieron en el país “entre dos ríos”. Antes de su saqueo, en abril de
2003, el Museo de Bagdad poseía una colección única de casi cien mil
piezas.

Ante el claro peligro a que está sometida esta enorme riqueza, la
Unesco y las autoridades iraquíes han creado un Comité Internacional de
Coordinación para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural de Irak que
acaba de concluir su primera reunión en París con una serie de recomendaciones.
La reunión, que duró dos días, estuvo presidida por el Ministro de Cultura de
Irak, Mufid Al Jazairi.

En la sesión de apertura de la reunión, Koichiro
Matsuura, director General de la Unesco,
recordó que “la cultura entera de Irak, desde sus sitios
arqueológicos hasta sus edificios históricos, sus museos e instituciones
culturales, pasando por las bibliotecas y archivos, el patrimonio cultural
inmaterial y las artes e industrias culturales”, ha resultado afectado por los
más de diez años de embargo y conflicto en el país. “La tarea es, pues, inmensa
y vital”, subrayó.

Los miembros del Comité (25 especialistas
internacionales, tres de los cuales son iraquíes) son propuestos por los Estados
Miembros de la Unesco y nombrados con base en sus aptitudes personales por el
director General de la Organización, Koichiro Matsuura. Su tarea principal es
asesorar sobre las medidas necesarias para mejorar y reforzar la cooperación
internacional para la salvaguardia del patrimonio cultural iraquí.

En la
primera reunión, se acordaron siete objetivos, entre los que destacan apoyar al
Ministerio de Cultura de Irak para que inicie una reforma que permita
salvaguardia del patrimonio y, además, para hacer cumplir y fortalecer la
legislación sobre esta materia.

Además, se apoyará a los museos iraquíes
a trazar un vasto plan de conservación y un programa museológico que
intensifique las aptitudes nacionales de Irak tanto en investigación como en
documentación y conservación del patrimonio cultural.

Se acordó
igualmente establecer una red internacional de cooperación para emprender la
rehabilitación de la Biblioteca Nacional y sus archivos, así como la de otras
bibliotecas y archivos existentes en el país. Dicha colaboración debe incluir
una evaluación de la situación actual de las bibliotecas, la conservación
preventiva de su contenido, la provisión de publicaciones y de herramientas de
gestión y acopio de datos para las mismas (en particular sistemas centralizados
y digitales de catalogación apropiados) y la capacitación de sus
empleados.

Pero si importante es la cultura en soporte físico, también lo
es el patrimonio inmaterial de Irak. Para su protección y promoción se
desarrollarán acciones de apoyo y promoción de las tradiciones orales y las
artes del espectáculo.

También se colaborará en el desarrollo un
programa nacional para localizar, documentar, examinar las condiciones y
cartografiar los sitios arqueológicos y los elementos de patrimonio físico para
establecer un registro oficial nacional y un plan de protección y conservación
de los mismos.

Finalmente, se acordó iniciar una coordinación
internacional y canalizar la ayuda internacional –tanto bilateral como
multilateral– con vistas a garantizar el cumplimiento de la estrategia de
salvaguardia del patrimonio cultural de Irak y evaluarlo de acuerdo con las
recomendaciones adoptadas por el Comité Internacional de Coordinación.