Europa, Pensamiento y Cultura

La violencia panameña narrada en 3´30

“Homicidios de una nación narrados por siete mujeres”, la última obra del artista Ehrior Sanabria, narra la violencia de un país como Panamá, en un videoarte acogido en el marco del festival IN-SONORA VIII, que se celebra en Madrid hasta finales de Marzo.

Exposición
 

En 2012 se cometieron 525 homicidios en Panamá, según las estadísticas,  hechos que llevaron al joven artista madrileño de 28 años, Ehrior Sanabria, a interesarse e ir más allá. Y el resultado de esta indagación se traduce en un videoarte de 3 minutos y 30 segundos en el que se narra dicho horror.

El escenario austero permite que la atención se la lleven una a una, las siete mujeres que componen la narración. Papel en mano comienzan su relato, cada una diferente pero igual, madres, hijas, nietas, amigas, todas son una. “Siete es un número con un gran significado, hay cierta mitología en él pero sobre todo responde a una intención funcional, quería involucrar a mujeres de distinto perfil socioeconómico de la ciudad, también tenía que determinar y dividir los nombres de las víctimas en la voz de cada una”, puntualiza su autor.


La proyección inicial de la cinta es doble,  es decir, dos canales de imagen, uno que muestra a las mujeres de frente y otro que lo hace de espaldas. Un juego de perfiles que en España no podemos apreciar, pero que sin duda dota a la pieza de mayor riqueza audiovisual. El blanco y negro de la cinta hace que adquiera un ambiente tétrico, oscuro, estremecedor. “Quería que fuera fría, aséptica, directa, suprimiendo el color…sin utilizar recursos dramáticos que conmovieran al espectador. Hay una composición estética. La lectura del movimiento de las mujeres dentro del plano crea un desequilibrio que el espectador percibe y se solventa mediante la aparición de todas ellas”,- apunta Ehrior, -“El aspecto sonoro es fundamental porque los nombres que en un principio son reconocibles terminan convirtiéndose en un ruido confuso, incómodo, y levemente agresivo”.

Este videoarte no es el primero del artista, anteriormente ya estuvo involucrado en otros procesos como A thousand kilos of love don´t last forever que fue expuesto en el Museo del Chopo en México, y también una pieza sonora, Stronger, la cuál fue censurada por su contenido erótico.

El viaje

 Homicidios de una nación narrados por siete mujeres supone dar continuidad a una obra que había presentado en 2013 en la Bienal del Sur en Panamá” puntualiza el artista, ahora le está permitiendo seguir mostrando al mundo su reflexión acerca de la violencia de un país como Panamá. Este viaje es  interpretado por el autor como algo “vital y enriquecedor”, porque,  “la obra viaja”, “adquiere mayor protagonismo” y él con ella.  El videoarte se encuentra recogido dentro de In Sonora VIII, la octava muestra anual de arte sonoro e interactivo, que se celebra por varias instalaciones de la capital desde el pasado  13 de marzo. En concreto el videoarte de este artista, que fue inaugurado el viernes 21, y se localizó en el espacio Centro Centro Cibeles, hasta el  30 de Marzo. “Al tratarse del Museo Reina Sofía, en el marco de In-Sonora, el impacto es mayor, extraordinario, y el reconocimiento me alegra”, afirma Ehrior.

 

El hecho de que sea Panamá y no cualquiera de los países vecinos caracterizados por episodios de violencia extrema, hacen que la obra cobre otro significado, como dice Ehrior: “Que sea un país seguro acentúa y motiva mi discurso. Es un código desconocido. La inversión extranjera, el Canal, las obras públicas y el desarrollo concentran las miradas…sin embargo, la violencia permanece”. Como  afirma el artista, Panamá no es peligrosa pero “posee focos de violencia concentrados, extremos e incluso, efervescentes”, aunque nada comparables a Venezuela, Honduras o El Salvador.

 El artista

 Ehrior se caracteriza por ser un artista polifacético: pintura, escultura, videoarte, periodismo… el viaje a través de su repertorio artístico y  temático no deja de sorprender; preocupado por analizar al ser  humano y diseccionarlo como un cirujano, Ehrior ahonda en los instintos, las emociones; “El próximo videoarte explora la pérdida de fe del ser humano.  Algo que me seduce y llevo bastante tiempo examinándolo”, puntualiza. Además  en alguna ocasión ha visto como censuraban sus obras porque  el sexo aparecía como “catalizador” para aproximarse a fenómenos sociales, y a veces endógenos a cada una de las sociedades en las que Ehrior situaba su experiencia.  “La censura supone incomprensión e incredulidad. Las dos obras que me censuraron eran sutiles, nada explícito”,- apunta-, “Los medios también colaboran con la censura, al final son estos los que deciden que acción posee la naturaleza o interés de considerarse un tema atractivo”concluye.

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