Este premio fue creado hace dos años con la intención de fomentar los lazos entre la cultura y el arte de los pueblos latinoamericanos.

ENTREGADO POR LA INFANTA CRISTINA
El polifacético artista Pablo Palazuelo recibió ayer el Premio Velázquez de
Artes Plásticas 2003 por su trayectoria artística como escultor, pintor y
grabador. En su vida profesional, Palazuelo ha sido reconocido con premios como
el Kandinsky en 1952; el V Premio Carnegie, de Pittsburg en 1958; la Medalla de
Oro de las Bellas Artes, en 1982; el Premio de las Artes Gráficas de la
Comunidad de Madrid, en 1993; el Premio Tomás Francisco Prieto 1994; y el premio
CEOE a las Artes en 1996.

El galardón, que tiene carácter anual y está
dotado con 90.000 euros, fue entregado por la Infanta Cristina, a quien
acompañaron la ministra de Cultura, Carmen Calvo; el presidente del Patronato,
Eduardo Serra; el director del Museo del Prado, Miguel Zugaza; y el director
general de Bellas Artes, Julián Martínez.

El Velázquez se creó en el año
2002 con la intención de fomentar los lazos de unión entre la cultura y la
creación artística de los pueblos latinoamericanos. En cada edición, los
candidatos son propuestos por las Academias de Bellas Artes, Museos de Arte
Moderno y Contemporáneo, asociaciones de críticos de arte y otras instituciones
vinculadas a las Artes Plásticas.

Trayectoria
personal y artística

Pablo Palazuelo es un artista que desembocó
en la abstracción geométrica después de experimentar con el arte figurativo y el
cubismo. Estudió Arquitectura en Madrid y en Oxford, aunque a partir de 1939 se
dedica de lleno a la pintura, y en 1948 llegó a París donde expone sus primeros
dibujos abstractos.

En 1973 expone por primera vez en España y causa una
gran impresión y en 1977 muestra por primera vez su obra escultórica, en
Barcelona y Madrid. Además, la música ha sido otra de las constantes en su vida
artística, habiendo colaborado en dos ocasiones con el compositor francés F.
Nyst.

En su discurso de la ceremonia de entrega, la Infanta Cristina
destacó de Palazuelo “su talento como pintor, escultor y grabador, que es fruto
de un denso recorrido vital y artístico y en el que ha dio decantando ideas y
experiencias que le definen como uno de esos artistas esenciales, profetas de un
tiempo nuevo, cuyas utopías, que en su caso son consecuencia de un equipaje
intelectual muy sólido, maduran y aún crecen con el tiempo”.