Política

Primera visita de Dilma Rousseff a Cuba

En un principio, los temas comerciales van a dominar los encuentros que Dilma Rousseff mantenga en la Isla. Están previstas reuniones con Raúl Castro pero no con la disidencia. Brasil sigue aumentando su presencia e influencia en América Latina tal y como iniciara Lula Da Silva. El siguiente destino de la mandataria será Haití.

Este viaje ha recibido una publicidad previa importante, especialmente por lo concerniente a la situación de Yoani Sánchez. Desde un primer momento, se ha pensado que el tema de los derechos humanos, la situación de la oposición en la Isla, pese a que Antonio Patriota, Ministro de Exteriores, dijo que los temas preferentes son los comerciales, aunque como nos explica El País, el compromiso de Rousseff con Cuba y con Fidel Castro, no es el mismo que tuvo Lula da Silva.

En efecto, uno de los temas que ocupará un lugar importante en la agenda puesto que Dilma Rousseff buscará que Sánchez pueda abandonar la Isla y asistir al certamen cinematográfico que se desarrollará en Brasil. Es la conocida “tarjeta blanca” (
La Razón). Dilma Rousseff fue recibida por el Canciller Bruno Rodríguez y el siguiente lugar de su gira será Haití (El Nuevo Herald).
Clarín explica las características de la política exterior brasileña desde un punto de vista general: prefiere la negociación como táctica para evitar males mayores y ejemplo de ello es que Rousseff dio órdenes a la Embajada de Brasil en Cuba para que concediera la visa a Yoani Sánchez. Este diario argentino, a su vez, completa la información haciendo una reflexión sobre la política exterior brasileña hacia América Latina, apostillando que la forma de proceder de Rousseff “sigue la política de expansión regional de Lula”, aumentando la influencia en Caribe y Centroamérica, de tal modo que el José Mujika señaló que la alternativa de su país (Uruguay) es “pegarse a Brasil”.
A pesar de la cautela con el que la dirigente brasileña ha barajado el tema de Yoani Sánchez, como bien refleja El Comercio de Perú, las expectativas generadas en lo que a los derechos humanos se refiere son elevadas, aunque en este punto, los disidentes cubanos dieron una rueda de prensa en la cual se adhirieron al punto de vista de que “no esperan nada relevante de la visita de la Presidenta de Brasil”.
En esta dirección parecen ir las palabras del citado Antonio Patriota: “no nos parece una situación emergente, hay otras situaciones mucho más preocupantes, como por ejemplo en Guantánamo” (Prensa Libre). Siguiendo este hilo conductor, hace unos días la Agencia Brasileña de Noticias emitió un comunicado en el que se podía leer que “la Presidenta no pretende incluir en su agenda el pedido de audiencia hecho por los opositores” (La Tercera).

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