Se reúnen en este volumen todos los relatos protagonizados por el famoso detective que resuelve sus casos gracias a su sagacidad de hombre de mundo disfrazada de inocencia.
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Lunes, 25 de septiembre 2023
Se reúnen en este volumen todos los relatos protagonizados por el famoso detective que resuelve sus casos gracias a su sagacidad de hombre de mundo disfrazada de inocencia.
Como escribe Carlos García Rubio en la introducción de este volumen, que reúne todos los relatos protagonizados por el famoso Padre Brown –los de cinco libros publicados por el autor más tres que no se incorporaron a las ediciones originales–, las notas más características del espíritu de Chesterton son “el amor por la realidad y la defensa apasionada y casi obstinada de la razón y del sentido común”. Estos rasgos definen también a su inconfundible personaje, el Padre Brown, que apareció por vez primera en el relato La cruz azul, publicado –como todos– primero en revistas y más tarde incluido en El candor del Padre Brown, de 1911.
Para crear su personaje, Chesterton se inspiró en el Padre John O’Connor, sacerdote irlandés de la iglesia de St. Anne de Keighley (Essex), con el que tanto Chesterton como su mujer tuvieron una larga e intensa amistad. Más que en su aspecto físico, Chesterton tomó de él los rasgos psicológicos basados “en su sagacidad de hombre de mundo disfrazada de inocencia”, como escribe el autor de la introducción. Los relatos de Chesterton, a diferencia de otros autores clásicos de la literatura de intriga, se basan en el conocimiento de la condición humana y en la comprensión que despliega el Padre Brown para conocer el interior del delincuente, a diferencia, por ejemplo, de las aventuras de Sherlock Holmes, más volcadas en el análisis de las pruebas.
Tras la publicación del primer volumen, Chesterton siguió escribiendo relatos policiacos hasta El escándalo del Padre Brown, de 1935, un año antes de su muerte. Los compaginó con sus numerosos artículos periodísticos y otros libros, con los que los casos del Padre Brown guardan muchos puntos en común, pues toda la literatura de Chesterton combate, desde diferentes perspectivas, el auge del relativismo y el escepticismo como opciones filosóficas y vitales dominantes en su época.
Además, Chesterton escribió algunos ensayos sobre la literatura de intriga (reunidos en su libro Cómo escribir relatos policíacos), donde teorizó sobre el género. Como ha escrito Luis Daniel González en Gramática de la gratitud, un análisis de la obra literaria de Chesterton, el autor inglés “dijo, en más de una ocasión, que los relatos policiacos debían ser breves, en su extensión y en su duración temporal, tener un número reducido de sospechosos y jugar limpio con el lector”. Estos rasgos se dan en las historias del Padre Brown, muy amenas, que siguen conservando la frescura literaria, que han soportado bien el paso del tiempo y que, en palabras de Luis Daniel González, “mezclan con brillantez el misterio, el humor y un sentido común que podría denominarse teológico”.
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