Pasa por Turquía una de las rutas principales de inmigración ilegal hacía la Unión Europea. La UE y Ankara comenzaron a negociar en 2002 un acuerdo de readmisión, proceso muy complicado que ha tenido en cuenta la principal demanda turca: liberalizar los visados.

 El pleno de la Eurocámara ha respaldado el acuerdo y pide su aplicación sin más demoras ni nuevas condiciones. "No afectará a los refugiados que de verdad necesitan protección", asegura la eurodiputada popular alemana Renate Sommer.

Señora Sommer, ¿cómo cambiará con este nuevo acuerdo el trato dado a los inmigrantes ilegales que entran en la UE a través de Turquía? ¿Qué ocurrirá con los que busquen protección en Europa?

Turquía promete hacerse cargo de las personas que hayan entrado en la UE de manera ilegal. Esto no afecta a los refugiados que huyen de zonas en conflicto para buscar refugio. Ellos están protegidos por la Convención de Ginebra y siempre pueden solicitar asilo.

Sin embargo, hay muchos inmigrantes irregulares que cruzan las fronteras sin necesidad real de protección y esto tiene que terminar.

¿Cree que así se reducirá el número de inmigrantes ilegales en la UE?

Sin duda. La frontera no es suficientemente segura y muchos lo aprovechan para llegar a Europa. Turquía promete que la hará menos permeable.

Turquía ha rechazado durante mucho tiempo el acuerdo ¿Qué ha cambiado ahora?

Intentaron presionarnos, pidiendo que la liberalización de los visados se aplicara primero. Está claro que la UE no puede aceptarlo. Las negociaciones sobre facilitación de visados para los ciudadanos turcos se pusieron en marcha cuando el acuerdo se firmó de manera oficial en diciembre de 2013. El progreso de las mismas depende de cuándo y cómo se aplica el acuerdo de readmisión.

¿Cómo se supervisará su cumplimiento? ¿Afectará a las negociaciones de adhesión de Turquía a la Unión Europea?

Veremos si Turquía readmite a las personas que hayan inmigrado de manera ilegal a la UE a través de su territorio.

Chipre parece ser el mayor obstáculo, ya que los políticos turcos aún no la reconocen y rechazaron incluirla en el acuerdo. La isla es un parte integral de la UE y, por tanto, muchos capítulos de las negociaciones de adhesión están congelados. Podría ser la ocasión para que Turquía cambie de posición salvando la cara.
 

Para entrar en vigor, el acuerdo de readmisión aún debe ser ratificado de manera formal por la Unión Europea y por Turquía.