Política

Análisis: “No, otra vez no”

El periódico caraqueño convalida la decisión de los partidos opositories de no participar en unas elecciones donde el árbitro resulta imparcial y donde las garantías comiciales no están aseguradas. El “no” es un rechazo a la manipulación de las instituciones democráticas, y a formar parte de un juego amañado de antemano.

Editorial del Diario El Universal, de Caracas
No, otra vez no” quiere decir, no participo de nuevo en un juego en el que mi competidor selecciona al árbitro, y por si fuese poco dispone las reglas, que pretendiendo burlar mi comprensión están escritas en un idioma que desconozco, por lo que debo confiar en su traducción.

“No, otra vez no” quiere decir, participé confiado en el primer juego, con dudas en el segundo, y gracias a enormes presiones en el tercero, pero… en el siguiente, sacrificando mi pasión por jugar, y el compromiso con los aficionados siempre presentes en el estadio, no jugaré.

Pero qué pasa si un par de equipos, de los participantes en el torneo, a pesar de las trampas demostradas, deciden jugar, mientras otros más sensatos se retiran para que la lucha trascienda la cancha y logre retomar las reglas democráticas, en función de los intereses del pueblo.

¿Qué pasa si esos seudoequipos deciden disfrutar de un juego ficticio, en el que el marcador es conocido desde mucho antes de que el pito marque el inicio oficial del partido? Ellos podrán declararse satisfechos por haber, al menos, brindado a su público la oportunidad de disfrutar del partido, por haber sido partícipes del show, del espectáculo, de la fiesta.

Desde esta tribuna sólo alertamos a los equipos. El juego electoral le pertenece a los electores. Con las tribunas vacías y con un árbitro sin credibilidad realmente no hay show. En todo caso, el equipo ganador no será aplaudido. Para quienes respetamos el espíritu del juego, eso es perder.

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