Durante una comparecencia ante la Cámara de los Comunes, el primer ministro del Reino Unido, Gordon Brown, dijo que su Gobierno ha dado el “visto bueno” al envío de quinientos soldados adicionales a Afganistán. Pero, puso como condición que la OTAN cambie su estrategia y que otros países también aporten más fuerzas.

 

Brown indicó que “he accedido en principio a un nuevo nivel de fuerzas, de 9.500, que será efectivo una vez se cumplan estas condiciones”. Además, subrayó que el Gobierno afgano tiene que comprometerse a incrementar el entrenamiento de sus propias fuerzas y cuerpos de seguridad. Esos nuevos efectivos afganos, observó, deben contar con el material adecuado.

 

El primer ministro recordó a los 37 militares británicos que han muerto durante el receso estival parlamentario y reconoció que aunque nada puede “borrar el dolor” que sienten sus familias éstas puedan estar orgullosas de su actuación y saber que su “influencia” persistirá.

 

El anuncio se produce en un momento complicado para Brown. En las últimas semanas han ido en aumento las voces que reclaman una retirada de Afganistán y sobre todo las denuncias por parte de la oposición de que los soldados desplegados en este país no cuentan con los equipos y el material necesarios para realizar su misión.

 

Según un sondeo publicado este miércoles por The Times, el 36 por ciento de los británicos cree que las tropas deberían ser retiradas inmediatamente, frente al 29 por ciento de mediados de septiembre. Esta petición es más popular entre las mujeres, ya que cuatro de cada diez quieren que se salga de Afganistán, mientras que en septiembre eran tres de cada diez..

El general estadounidense Stanley McChrystal, responsable de las fuerzas internacionales desplegadas en Afganistán, ha pedido con insistencia tropas adicionales, hasta cuarenta mil. Reino Unido cuenta actualmente con unos 9.000 soldados lo que le convierte en el segundo mayor contingente por detrás de EEUU. Hasta la fecha, 221 soldados británicos han muerto en esta misión desde que comenzó la ofensiva contra los talibanes hace ahora ocho años.