Política

Carlos Alberto Montaner: “Hoy el gran peligro está en Nicaragua”

En un repaso sobre la actualidad política de la región, elogió el desarrollo de Chile y sostuvo que Centroamérica quiere integrarse al TLC. Aseguró que Daniel Ortega tiene altas posibilidades de convertirse en Presidente y señaló, en alusión al líder sandinista, que “es una persona bastante peligrosa, que no olvida y que cuando regrese al poder va a hacer mucho daño”. Convencido de que Cuba va camino a la democracia, el escritor sostuvo que volverá a su país cuando ya no gobierne Fidel Castro.

Entrevista con motivo de la aparición de su último libro

Carlos Alberto Montaner estuvo en Argentina presentando su nuevo libro “La libertad y sus enemigos”, invitado por la Fundación Friedrich Naumann.
 
Luego de sufrir un “escrache” por grupos de izquierda que calificó como “enemigos de la libertad”, concedió esta entrevista donde habla de su obra, del liberalismo y destaca los beneficios de la “globalización”.
 
En un repaso sobre la actualidad política de la región, elogió el desarrollo de Chile y sostuvo que Centroamérica quiere integrarse al Tratado de Libre Comercio. Aseguró que Daniel Ortega tiene altas posibilidades de convertirse en Presidente y señaló, en alusión al líder sandinista, que “es una persona bastante peligrosa, que no olvida y que cuando regrese al poder va a hacer mucho daño”.
 
Convencido de que Cuba va camino a la democracia, el escritor sostuvo que volverá a su país cuando ya no gobierne Fidel Castro, “en el primer avión, el primer día, y si no hay avión en una cáscara de nuez, como decía Martí”


Es paradójico que cuando venís a presentar tu libro “La libertad y sus enemigos” te encuentres con un “escrache” en la Argentina…


Así es, en la puerta de la presentación del libro “La libertad y sus enemigos” estaban “los enemigos de la libertad”, dando gritos, tratando de impedir que las personas intercambiaran puntos de vista, charlaran, razonaran… Trataron de agredir a Ricardo López Murphy, que era uno de los presentadores junto con Marcos Aguinis, Carlos Escudé…


Había una especie de “cacería de brujas” por parte de estos grupos de gente intolerante que lo que desean por todos los medios es que no haya un debate abierto sobre nada. De todas formas eso no impidió que la presentación se realice: había mil personas presentes, con un enorme entusiasmo por escuchar a los presentadores, que hicieron exposiciones brillantes.


Pero aún cuando no lograron su propósito, lo que sí transmitieron fue esa imagen terrible de estos grupos que tanto daño le hacen al desarrollo económico y político de Argentina, y que provocan las grandes catástrofes que sufren nuestros países en América Latina.


¿Este tipo de “escarches” (por ponerle un nombre a estas acciones), ya te ha pasado en otros países?


Me ha pasado en otros países. Pero diría que Argentina es uno de los países donde está más sistematizada la agresión al que tiene ideas diferentes. Porque por una parte están estos “profesionales de la intolerancia”, que daban gritos y propinaban insultos contra López Murphy -que era un poco el “enemigo” a destruir-, Aguinis y Escudé. Y por otra parte, está la Embajada cubana, por ejemplo, que siempre mete su mano: había mucha gente gritando consignas típicas de las que se emiten en La Habana, con las banderitas de Cuba, con gritos a favor de la dictadura cubana.


Pero creo que son anécdotas desagradables que no impiden nada. Es más, confunden lo que es el derecho a la manifestación, que es un derecho libre, con un tipo de manifestación que siempre está a las puertas de la agresión. Diría que son conductas fascistas.


Volvamos a tu libro, que es lo que hoy te lleva a hacer esta gira por países latinoamericanos. Aludiendo al título de tu obra “La Libertad y sus enemigos”, ¿Quiénes son esos enemigos de la Libertad?


Son los enemigos de la libertad económica y de la libertad política. Hay una parte que tiene que ver con la educación. Es decir, el mismo proceso de la globalización, que es uno de los grandes caballos de batalla de los enemigos de la libertad.


Entonces, es muy gracioso, y a la vez trágico, que mientras los chinos dicen que gracias a la globalización ellos han conseguido que por lo menos 300 millones de chinos tengan un mayor nivel de desarrollo y hayan abandonado la pobreza, resulta que los enemigos de la globalización en América Latina dicen que ésta fue la que ha provocado la pobreza en nuestros países. Algo ridículo, que va en contrario también a lo que dice la India, donde hay otros 200 millones de personas que han alcanzado niveles de desarrollo de clase media, gracias precisamente a insertarse en los circuitos comerciales internacionales.


Lo que se desconoce es que todos los países que han abandonado la miseria lo han hecho en contacto con países poderosos, ya sea Corea del Sur, Irlanda o España. Es decir, los países que eran muy pobres y se han convertido en países razonablemente prósperos, lo han hecho en contacto (sea científico, técnico o financiero) con el mundo empresarial.


¿Cuando hablás de países que están en contra de la globalización, te referís a Gobiernos?


Creo que en el fenómeno del desarrollo y de incorporarse al Primer Mundo, la labor de la clase dirigente política es muy importante. Creo que lo estamos viendo en Chile, que es el primer país latinoamericano que va directo hacia el Primer Mundo, y esa es la consecuencia no sólo de una especia de acuerdo general de la sociedad (que es muy difícil de medir), sino del consenso de la clase dirigente, donde todos los partidos políticos, desde la derecha civilizada de Joaquín Lavín hasta la izquierda civilizada de Ricardo Lagos, el 95% del espectro político chileno está de acuerdo en que el modo de desarrollar el país es integrarlo y acercarlo al mundo desarrollado, para que participe de esta gran fiesta económica, científica y técnica de la globalización. Y han pasado los chilenos de 200 empresas exportadoras, que tenían antes de la apertura, a 2.500 de esas empresas, al tiempo que han reducido su nivel de pobreza del 42% al 18%.


Tenemos que llegar a la conclusión de que es muy importante el consenso de la clase dirigente sobre qué tipo de país se quiere y hacia dónde se quiere ir. Esto es lo que encontramos en Chile: el que llega al gobierno no trata de tirar las cosas abajo ni trata de volver al pasado populista, sino continúa en la misma senda que, hay que admitirlo, empezó con la Dictadura, pero que continúa de una manera triunfal con la Democracia.


Centroamérica y Sudamérica no parecen semejantes en cuanto a sus corrientes y pensamientos políticos. ¿Cómo lo ves vos, que recorrés el continente y tenés una visión bastante amplia y analítica sobre la región?


Centroamérica tiene un nivel de cercanía mucho más marcado que el Cono Sur a los dos grandes países que influyen directamente en la región, que son los Estados Unidos y México. Estados Unidos desde el punto de vista económico y México desde el punto de vista cultural (y también, en menor medida, económico)


Creo que hay una especie de acuerdo –que se puede romper con el posible triunfo de los sandinistas en Nicaragua-, y lo que parece hasta ahora es que toda Centroamérica quiere integrarse al tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, Canadá y México, y hay una voluntad de tratar de abandonar el subdesarrollo por ese método, que ya ha sido probado tantas veces, que tiene que ver con aumentar el comercio internacional y fomentar las relaciones con estos países.


Ahora, hay diversos grados de integración y de estabilidad en estos países. Hay países muy complicados como Guatemala, donde hay 20 etnias (el 60% de la población) que no tienen nivel de integración con el mundo económico occidental, y es muy difícil.


Hay otros países como Costa Rica, que procuran ser diferentes, y que tienen más dudas en cuanto a la integración en el Tratado de Libre Comercio porque hay grupos mercantilistas que quieren proteger su mercado de una manera artificial, con barreras arancelarias.


Pero creo que hoy el gran peligro está en Nicaragua, donde la probabilidad de que Daniel Ortega regrese al poder es alta, a pesar de que el sandinismo también está dividido, pero donde la corrupción del Partido Liberal y la ingobernabilidad como consecuencia de un Presidente que intenta hacer unas cosas y un Congreso que se le divide entre sandinistas y algunos liberales que se escudan en sus posiciones por la vía de la corrupción y se protegen mutuamente en una asociación que fue concebida para delinquir impunemente, y eso es muy lamentable.


Hace un par de años atrás se empezó a hablar de un “giro a la izquierdo en Sudamérica”. ¿Creés que un posible triunfo de Daniel Ortega en Nicaragua podría iniciar un posible giro a la izquierda en Centroamérica?


Creo que de suceder es un fenómeno que va a estar básicamente circunscrito a Nicaragua y que es de difícil que se traspase a otros países. Pero en Guatemala, la debilidad de las instituciones hacen al país muy permeable, y hay un candidato que es Álvaro Colom, que tiene una cierta proclividad hacia la izquierda, más por demagogia que por otra cosa, pero que se espera que pudiera caer en esa tendencia. Aún así, yo espero que el sentido común y la sensatez lo impidan.


Porque en el caso de Daniel Ortega no hay sensatez ni sentido común, porque es una persona bastante peligrosa, que no olvida y que cuando regrese al poder va a hacer mucho daño. Y se va a alinear con ese nuevo eje revoltoso del “castro-chavismo” para complicar las cosas en Centroamérica.


Hace poco destacabas que el “liberalismo” y la “corrupción” no tienen nada en común…


Por supuesto que no. Hay que recordar en primer lugar que el liberalismo siempre partió y es en esencia una reflexión sobre la importancia y los valores de la libertad. En segundo lugar, es una propuesta que tiene que ver con el “estado de derecho” y con la definición de lo que es el estado de derecho y lo que son los gobiernos constitucionales que se organizan de acuerdo a la ley. Y en tercer lugar, lo que tiene que ver con las recomendaciones de carácter económico, y que es que hemos aprendido en la práctica que el mercado es mucho más eficiente para asignar recursos que cualquier otro método de planificación.


Pero si hay algo que condena el pensamiento liberal es cualquier expresión de la corrupción, porque es algo contrario a la esencia filosófica de nuestro modo de entender las relaciones entre las personas.


Terminemos hablando de tu país, Cuba. Podría decirse que ya muchos están “velando en vida” a Fidel Castro y mucho se habla de la Cuba pos castrista. Qué creés que vendrá en Cuba cuando Castro ya no gobierne?


Creo que va a ser muy difícil que Raúl Castro (que es el heredero natural muerto Fidel Castro) asuma el poder sin verse obligado a hacer grandes modificaciones y empezar un proceso de cambio.


Raúl Castro es un hombre muy vinculado en el pasado al narcotráfico; hay una denuncia muy reciente del que era la mano derecha en el pasado el gran “capo” de Medellín, que cuenta cómo Raúl Castro era el coordinador del narcotráfico. Es un hombre débil desde el punto de vista de la imagen internacional.


Creo que tendrá que entrar en un proceso de cambio político, que habrá que estimular para que en algún momento los reformistas del régimen, los demócratas de la oposición, consigan llevar al país hacia el único lugar que puede ir, que es hacia la democracia y la economía de mercado.


Estás dispuesto a volver a Cuba?


En el primer avión, el primer día. Y si no hay avión, en una cáscara de nuez, como decía Martí.


O en el camino inverso de la balsa…


Así es. Voy a tomar la balsa en la otra dirección.

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