Las recomendaciones de la Comisión Europea sobre la necesidad de que los Estados miembros de la Unión mantengan vivos los sistemas de equilibro y división entre los poderes del Estado Democrático y Derecho no son fruto de las filias o las fobias nacionales. Se trata, pienso, de un principio clave para el buen funcionamiento de las democracias que, a veces, se olvidan en aras de intereses particulares, parece el caso de gobierno español. El Gobierno de España ha recibido ya una llamada de atención de la Comisión Europea. A esta se suma la reciente recomendación del Consejo de Europa, que no es un órgano de la Unión, pero sí un órgano internacional cuya razón de ser es la defensa de los derechos humanos, especialmente civiles y políticos. ¿Habrá finalmente renovación justa del Poder Judicial?
Jesús Martínez Madrid