La campaña para limitar al máximo la objeción de conciencia de los médicos, se puede apreciar que está apoyada por informaciones en diversos medios nacionales e internacionales, en las que se narra de forma sesgada y generalmente emotivista la experiencia de mujeres que habrían tenido dificultades para abortar. Lo cierto es que los casi 100.000 abortos practicados en España cada año no reflejan especiales dificultades.
Si el derecho existe para tutelar la vida y la convivencia social, la protección legal de la conciencia de los médicos es la garantía de la libertad en el ejercicio de la profesión. Objetar es un derecho frente a una ley que se considera injusta por razones morales, y pienso que acabar con dicha protección es propio de los Estados totalitarios. Parece claramente que el gobierno ya plantea el siguiente capítulo en su estrategia de fractura social.